miércoles, 21 de abril de 2010

Los efectos de la primavera en un solar olvidado

Hace ya un tiempo que me voy fijando en un solar junto al que paso cada día para ir a trabajar. Como siempre en estos casos está olvidado y feo, pero en el que la primavera trabaja a destajo. De esta forma, dentro de la fealdad del lugar está la belleza de las flores que quería fotografiar algún día, así que esta vez he aprovechado una tarde soleada y sin mucha cosa que hacer en casa para salir a pasear con la cámara a cuestas y hacer estas fotos entre otras.

Estas son fotos rápidas, no estuve mucho rato buscando el mejor punto de vista o el mejor encuadre. Además, están hechas con el objetivo habitual, un 18-55, sin posibilidad de acercarme más a las flores. Pero el objetivo está cumplido: mostrar la belleza que se puede dar dentro de la fealdad.
















Esta foto no corresponde a las hierbas descontroladas, ya es de un árbol de la calle


Vista general del lugar



lunes, 19 de abril de 2010

Valle del Jerte y cerezos en flor



Este sábado, aprovechando la visita de mis padres, nos acercamos al valle del Jerte, en un momento en el que los cerezos en flor deberían estar en su máximo esplendor. Así habría sido si durante esta semana no hubiese llovido todo lo que llovió. Además, el día estuvo muy gris, con lluvias de vez en cuando, por lo que no fue posible ver las laderas de las montañas de blanco. Pero esto no es más que una excusa para visitar la zona en un momento determinado del año, es un atractivo añadido, pues ya de por sí el valle es un lugar precioso de ver, con montones de rincones y posibles rutas senderistas.

Pero en esta ocasión poco caminamos, fue más ver los lugares hasta donde nos llevase el coche. Entrando desde Plasencia al valle los lugares vistos fueron la cascada del Caozo en las afueras de Valdastillas, Cabezuela del Valle con su museo de la cereza, el río Jerte poco antes de llegar al pueblo del mismo nombre, y el puerto de Tornavacas. Al finalizar cruzamos el puerto de Honduras para llegar a Hervás, pero eso ya es otra historia.


Cascada del Caozo


Detalle de la cascada a exposición lenta


Una ruta senderista que parte de la cascada


Calle Hondón de Cabezuela del Valle




Casa con inscripción


Iglesia del pueblo


Río Jerte bajo un cielo amenazante


Pequeña ermita junto al centro de interpretación a las afueras de Cabezuela del Valle


Parte alta del valle, con Tornavacas en primer plano. Plasencia se vería al final si el día estuviese más claro


Nieve en la sierra de Gredos


Y como no, los cerezos en flor



viernes, 16 de abril de 2010

Jerez de los Caballeros

El mismo día que visité Olivenza seguimos hacia el sur, hasta Jerez de los Caballeros. El pueblo está en zona de montaña, con unas cuantas subidas importantes. Además, las calles son estrechas sin apenas aceras y adoquinadas, así que llevar el cochecito de niño que llevábamos era un poco complicado.

Tampoco vimos todo lo que tiene por ver. Hay un par de iglesias, San Bartolomé y San Miguel, cuyas torres tienen una decoración recargada y con azulejos, destacando por encima del pueblo. Otras iglesias y el castillo son los puntos interesantes a visitar.


Torre de la iglesia de San Miguel


Vistas del pueblo




Iglesia de Santa Catalina






Castillo templario


Iglesia de Santa María de la Encarnación


Muralla

martes, 13 de abril de 2010

Olivenza

Durante semana santa tuve visita en casa, y además de ver Mérida teníamos que salir a ver algo más. Una de las paradas fue en Olivenza, un pueblo situado al oeste de la provincia de Badajoz, muy cerca de la frontera con Portugal. Es más, hasta 1801 pertenecía a Portugal, y hay elementos en los que se nota. Uno de los ejemplos son las aceras, tienen el empedrado típico del país vecino.

La visita no fue en profundidad, además, ya había estado ahí en otras ocasiones, pero sí que callejeamos un poco por algunas de las calles históricas repletas de rincones más que interesantes.


Muralla de Olivenza, desde el lado de fuera


Iglesia parroquial de la Magdalena, desde la parte de atrás


Detalle de una de las puertas de entrada a la iglesia


Puerta principal (y evidente falta de limpieza en las lentes de la cámara)


Santa María del Castillo




Salida de la muralla






Típica acera portuguesa


He puesto una selección de fotos. Todas las que hice se pueden ver pinchando aquí.

jueves, 8 de abril de 2010

El adiós a un cine


Puede que esta sea la última entrada que adquirí del cine (no tengo apuntada fecha ni película)


Una triste noticia vi hace pocos días para los aficionados al cine: el Cine Rambla (actualmente llamado Rambla Cinemes) echa el cierre, ayer fue el último día de proyecciones. Esta es una noticia que siempre sabe mal, pero además me afecta personalmente mucho más, al ser este el que podría llamar el cine de mi infancia.

No recuerdo cual fue la primera película que vi allí, ni cuando era. En aquel entonces vivía muy cerca, mi calle daba a la parte trasera del cine, y se dedicaba a sesiones continuas. También es cierto que en aquellos años no iba mucho, y si me acercaba era para los grandes estrenos que casi hoy en día no iría a ver. Por supuesto que hay excepciones, una de las primeras películas que recuerdo fue "Regreso al Futuro", en diciembre de 1985 (lo que no estoy seguro si la vi en el Rambla o en el Oliveres, cine que cerró en 1989, siendo el "Batman" de Tim Burton su última película de estreno).

En el 89 se realizó un cambio importante, en la época en que todo cine convencional se convertía en multisalas, éste no fue una excepción. Mientras tenía una única pantalla hubo veces de lleno total, de no quedar ni un hueco libre. Luego fueron 4 salas más pequeñas que no recuerdo haber visto con tanta gente, pero también es cierto que siempre iba a sesiones tranquilas. Es el caso de "Dark City", a la última sesión de un jueves en la que fui el único espectador.

Pero sí que me he pasado horas y horas en el cine Rambla cuando me apunté al Cine Club l'Hospitalet, y proyectaba películas los martes por la noche. Debía tener 14 o 15 años cuando empecé a ver cine en versión original, a perderle el miedo a ver películas extrañas o poco comerciales.

El Cine Club tuvo un momento de crisis y dejó de proyectar como tal, pero se siguió la tradición de poner una película relativamente reciente en versión original los martes por la noche, pasando de una sola proyección a dos o incluso 3. Y en el año 2000 fui yo quien lo dejé, por el simple motivo de que me fui a estudiar fuera y ya no podía asistir cada semana. Cuando volvía intentaba ir si había películas interesantes los martes. Pero claro, llevo estos casi 10 años pasando muy poco tiempo en l'Hospitalet. Así que no recuerdo el día en que fui por última vez, hace varios años. No he podido ayudar a que hubiese frecuentemente un espectador más, a apoyar las proyecciones. Pero tampoco podría servir de mucho como comprobé en otoño del 2007 (si no me equivoco de fecha) con los Multicines Mérida, al que sí que iba casi cada semana.

Actualmente sobreviven los cines en los centros comerciales, pero siempre con las películas más comerciales, y el aficionado al cine algo más minoritario lo pasa fatal. En Barcelona aún sobreviven salas como los Verdi, Icària (cine comercial pero en versión original, eso es un gran paso), Alexandra, Melies, Renoir, y alguno más que seguro que me dejo. En Extremadura quedan los Multicines Cáceres, y más vale que sigan, pues no quiero perder las alternativas.

Así que aunque no esté apoyando directamente para evitar la desaparición del Rambla, hay quien sí se organiza: http://www.salvemelrambla.com/


La única foto que tengo del cine, y aparece en segundo plano

lunes, 5 de abril de 2010

Primavera en Cornalvo



Cerca de Mérida está el parque natural de Cornalvo, al cual he ido varias veces en varias estaciones del año, pero nunca en primavera. Así que la primera vez que lo he visto así me ha sorprendido positivamente.

Todo el camino a lo largo de la carretera entre Trujillanos y el embalse estaba precioso, las dehesas verdes y floridas. Lo malo es que ese es el trayecto de coche y no tuvimos ocasión de parar. El lugar en el que paramos más tiempo fue el Rugidero del Berrocal, que siempre lo había visto casi seco, y cambia mucho en primavera, todo lleno de agua. Y aunque al ir con una niña pequeña no caminamos mucho, sí que pudimos ver la belleza del lugar en este momento. Tampoco ayudaba mucho que el día estaba muy nublado, amenazando lluvia (y de vuelta a Mérida nos llovió).


El Rugidero lleno de agua


Arroyo que hasta ahora tenía visto con un hilillo de agua









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