lunes, 16 de septiembre de 2013

Praga: castillo, Hradcany y Petrin

Hoy es el día que más pronto me he puesto con el ordenador, pero en cambio, más me está costando escribir la entrada del día. Tal vez el hecho de que tengo más de 200 fotos tenga algo que ver, que a ver como selecciono. Y eso que me ha estado lloviendo a ratos, por eso he vuelto antes, estaba ya cansado de lluvia. También he tenido molestias al cargar con la bolsa de la cámara todo el día, y la rodilla me dolía. Pero a pesar de todo, hoy he ido a la parte más alejada del hotel, al lado oeste del río. Y además, era la zona de montañas.

El primer lugar al que he ido ha sido el castillo. Tras atravesar el barrio viejo sin pararme, he cruzado el río por el puente Manesuv y subido la colina. El recinto, los edificios por fuera, se puede visitar de forma libre (salvo el Callejón Dorado, Zlata Ulicka). Pero como había que visitar algo más, he comprado la entrada del recorrido corto, que incluye cuatro recintos: el Callejón Dorado, la Capilla de San Jorge, la Catedral de San Vito y el antiguo Palacio Real. En teoría, para fotografiar el interior de los monumentos es necesario adquirir un permiso, que cuesta 50 coronas (unos 2€). Yo lo he pagado, pero salvo en un lugar que pedían no hacer fotos (salvo que se tuviese el permiso, claro) no he visto que hubiese problemas.

Al entrar en el castillo por el este, hay la posibilidad de comprar las entradas en algunas cafeterías, no es necesario llegar a las taquillas. Y el primer lugar que tenía a la vista era el Callejón Dorado, una callecita de pequeñas casas, que actualmente tienen mobiliario de época, ambientadas con diferentes oficios, o dedicadas a tiendas. También hay una torre con un pasadizo que corre por encima de todas las casas, dedicado a museo de armaduras e instrumentos medievales de tortura. Había mucha gente por allí, por lo que conseguir una visión tranquila del callejón era imposible. Al finalizarlo, se encuentra la torre Dalibor, una pequeña muestra de una prisión.

Comienzo a subir, primeras vistas de tejados


En el interior de la Torre Blanca


Diferentes instrumentos de tortura


Una vista del Callejón Dorado


La última de las casas es un pequeño museo cinematográfico

La Catedral de San Vito es el edificio más vistoso y masificado. De forma libre se puede acceder a la entrada de la sala, pero pagando se puede recorrer la capilla y ver las espectaculares vidrieras, es lo que más me ha gustado. Pero la tranquilidad no existe, demasiada gente.

Parte trasera de la Catedral de San Vito




Vista general del interior








La capilla de San Jorge es uno de los edificios más antiguos del recinto. La entrada no destaca, pero en su interior sí que hay rincones más interesantes.






La última sala, justo antes de salir, tiene un estilo completamente diferente

El último edificio visitado ha sido el antiguo Palacio Real. Después de las obras barrocas que he visto, presenta una sobriedad importante. Un enorme salón es el centro de la visita, pero no contiene nada, tan solo se puede ver el suelo y los arcos del techo. Lo más interesante es el salón donde están pintados escudos familiares, pero no me he parado a averiguar de quienes eran.


Vistas de la ciudad a través de una ventana






A partir de aquí, el resto ya ha sido acabar de ver los patios y los jardines exteriores.







Al salir del castillo he seguido una ruta por el barrio de Hradcany. Las multitudes se quedaron atrás, y por aquí también hay palacios y museos, rincones para ver. La verdad es que rincones hay en todas partes, y se me hace casi imposible describir nada, por lo que prefiero poner las fotos.


Una vista más de Praga, con el cielo como lo he tenido todo el día

Farola en Hracanske Namesti

Fachada del palacio Schwarzenberg


Loreta



Y la siguiente ruta de la guía que he recorrido ha sido por Petrin, la zona de jardines y montaña de Mala Strana. Antes de entrar a los jardines, la parada es en el monasterio Strahov. La iglesia estaba cerrada, por lo que no la he podido ver, pero sí estaba abierta la biblioteca, justo al lado. La entrada cuesta 80 coronas, y 50 más si se quiere hacer fotos (aquí sí que lo controlan más). La visita es corta, pero no por ello menos interesante. En primer lugar está el pasillo de curiosidades, donde hay algunas muestras de fauna marina, a la que no le he puesto excesiva atención, y luego una colección de librerías. Lo realmente interesante son las salas de biblioteca, la sala filosófica y la teológica. Solo se pueden ver desde la entrada, pero ya es suficiente para quedarse impresionado por las cantidades de libros y las pinturas del techo.

Iglesia del monasterio Strahov


Sala filosófica



Sala teológica


En el paseo por el parque Petrin destaca la torre de observación, una torre al estilo de la de Eiffel de París, pero más pequeña. Me he conformado con verla desde fuera, igual que el laberinto de espejos. No me apetecía dejarme más dinero por hoy en entradas. Al igual que al llegar al funicular que me podría bajar de la montaña he preferido caminar. Aunque mi rodilla creo que hubiera preferido el transporte.



Torre de observación (ahora veo que no le he hecho ninguna foto mejor)






Desde el parque se llega a ver el edificio danzante (con ayuda del zoom)

Funicular

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