viernes, 12 de diciembre de 2014

Ruta por la pista Heidi y la chorrera de Hervás


Aprovechando el puente de diciembre, no me importaba hacer una ruta un poco más alejado de casa. Y Hervás era un buen destino. Hace ya algún tiempo hice otra ruta por la zona, pero por allí hay mucho que ver. La Chorrera era un buen destino, pero me apetecía hacer algo más, de forma que buscando encontré una ruta que pasaba por allí, pero recorriendo antes parte de la pista Heidi, una pista forestal que rodea parte de Hervás.

Salimos del centro del pueblo, y nos encaminamos hacia el este, siguiendo las indicaciones de la Chorrera. Pero al poco de salir cambiamos el camino por un desvío que nos llevaba por medio de castaños montaña arriba. En ocasiones se veía bien el camino, en otras no tanto, pero como llevábamos el GPS del móvil íbamos buscando la ruta sin riesgo a perdernos, pero en varias ocasiones moviéndonos entre vegetación espesa.

Saliendo de Hervás

Primero de los muchos arroyos que vimos por el camino





La subida puede ser dura en algún momento, pero poco a poco es llevadera. Se cruza varias veces con pistas, y sin indicación no sabría en qué momento dejar el caminito boscoso por la pista forestal. Finalmente alcanzamos el punto que en la ruta ponía de tomar la pista Heidi, que consiste en un camino amplio con poco desnivel, y desde donde hay vistas del valle con el pueblo de Hervás al fondo. Los tramos en sombra eran muy fríos, encontrando placas de hielo en algún momento, pero salíamos al sol y la sensación ya era diferente.






Una placa de hielo en el camino

El grosor del hielo permitía clavar el bastón y que aguantase en equilibrio


En la ruta que encontré se dejaba la pista en un punto por el que se accedía casi directamente a la Chorrera. Tras haber tomado ese desvío, puedo decir que no es una buena opción. Puede que haya un camino, pero está medio perdido, y la bajada es por una ladera bastante pendiente. Buena parte de esa bajada la hicimos campo a través, hasta que en un momento localicé un sendero un poco más negro, y con algunas piedras marcándolo como camino, pero no había mucha mejora respecto a por donde íbamos. En cambio, tal vez un kilómetro más atrás había un claro con un cartel indicando hacia la Chorrera, que tras verlo en imágenes aéreas, se ve claramente un camino, de forma que es bastante más recomendable.

En rojo está marcada la ruta guardada por el GPS (en azul la bajada poco recomendable que hice, y en amarillo el camino recomendado)

Punto recomendable para dejar la pista Heidi y buscar la Chorrera

Así que sufrimos, pero llegamos. La Chorrera es una cascada preciosa, y en estas fechas va bien cargada de agua. Paramos allí para comer y tomarnos con calma la contemplación del lugar.

Chorrera de Hervás

Sentado, contemplando el paisaje





Y finalmente emprendimos el descenso de vuelta a Hervás, sin más incidentes. Primero el camino me recordaba a las levadas de Madeira, pues seguía en paralelo a un canal, casi sin desnivel. Luego vino una bajada por la senda serpenteante, para finalmente tomar una pista amplia, apta para el tráfico.

El camino llano junto a un canal






Y volvemos a Hervás

sábado, 29 de noviembre de 2014

IX Festival de Cine Inédito de Mérida: resumen


Una edición más del festival ya llega a su fin. Para mí al menos, que por circunstancias viajeras me pierdo la clausura. Pero al menos he podido disfrutar de toda la programación de la Sección Oficial y tomado unas cuantas fotos. Así que he aquí un resumen de todas estas jornadas.

Durante el pase del espot del festival

Venta de merchandising a la entrada de la sala

Algunas banderolas publicitarias por las calles de Mérida

Urna con los votos del público

Negociador y La Gran Invención



El festival comenzó el jueves 20 de noviembre con la presencia de Borja Cobeaga. Ya conocía sus trabajos anteriores como “Pagafantas” y “No controles”, también era uno de los guionistas del éxito del año, “8 apellidos vascos”, pero todo había comenzado con el programa de humor de la ETB “Vaya semanita”. Todo su currículum apuntaba al humor, y parecía haberlo abandonado para hacer su nuevo largometraje, “Negociador”, en donde narra las reuniones que hubo hace algunos años para la finalización de la violencia de ETA. El tema es aparentemente serio, pero con la distancia del tiempo da para analizarlo desde un punto de vista surrealista, no tomárselo todo muy en serio. Es cierto que lo que había detrás de los personajes pesa mucho, pero han optado por quitarle algo de dramatismo.

La película se centra en el personaje de Ramón Barea, le hace un seguimiento casi exhaustivo. Y aunque me gustó, la vi entretenida, eché en falta algunas referencias históricas para entender mejor a qué personajes estoy viendo y qué pasó en la realidad. Aunque son hechos algo recientes, puede que de hace menos de 10 años, la memoria es selectiva y olvida algunos detalles.

Tuvimos un buen comienzo, seguramente la presencia de Borja Cobeaga ayudó a que la gense te animase a ir al cine, y la sala estuvo casi llena (solo quedó la primera fila libre). La lástima fue que el director solo podía quedarse esa noche, y yo no tuve tiempo de estar nada con él, tan solo para que me firmase mi ejemplar de “Pagafantas”.

Antes de entrar a la sala, Borja Cobeaga junto a David Garrido

Durante la presentación

Sala casi llena

En un momento de la proyección

Antes de la película se proyectó el corto “La Gran Invención”, una historia ambientada en un futuro próximo, en un momento en el que se disuelve la Unión Europea. Se explica como un director encontró un documento nazi en el que se planteaba una sociedad europea en el que Alemania tomaría el poder, una invasión pacífica, y decide hacer una película sobre eso, con unas consecuencias no muy agradables para él y para la política. Es ficción y está rodada con humor, aunque se presenta como si fuese un reportaje para televisión. Y finalmente da para reflexionar.

Nuestro último verano en Escocia


La segunda película era una comedia, algo que no suele verse en festivales. Personalmente la disfruté, me gustó mucho como estaba escrita, los diálogos, pero es una lástima que algunas resoluciones fuesen por el camino típico, y preguntándome qué hacía la película en la sección oficial. La respuesta puede ser en que no todo van a ser desgracias (aunque hay algunas en la historia, pero tomadas con humor).

Mommy


Esta película canadiense ya encaja más en lo que suele ser un festival: película dura, y con una puesta en escena experimental. Parece que hubiesen puesto la cámara en vertical, el formato de pantalla es muy estrecho, como mucha gente graba los vídeos en el móvil. Más adelante en el metraje hay cambios y entonces se entiende el motivo del formato. La historia trata de un adolescente con trastorno de déficit de atención y reacciones violentas en ocasiones y su madre. Hay momentos en que sientes lástima por los personajes, en otros les darías de ostias, llegas a sentir miedo por lo que pueda pasar. Pero en la sala hacía mucho calor, y no me ayudó demasiado, me cansó un poco la historia.

Magical girl, fuera de concurso


El festival está teniendo la sana costumbre de programar una película española reciente, que ya se ha estrenado, pero que no es para nada comercial, y por lo tanto difícil de ver en salas convencionales. Este año le ha tocado a “Magical girl”, película que puede ser difícil de definir o explicar de qué va. Puede ser difícil cogerla al principio, situaciones y diálogos que no sabes por donde tomarlos, pero poco a poco va tomando sentido. Y todo para llegar a una resolución brutal, valiendo la pena toda la espera.

La fiesta de despedida y Genti di Muerti



La jornada comenzaba con el cortometraje extremeño “Genti di muerti”, del que había oído hablar bastante. Basado en una leyenda hurdana, pero supongo que adaptado a otro momento. La puesta en escena es impecable, unos efectos especiales muy buenos al servicio de la historia. La pega es que la historia no deja una sensación completa, como si hubiese cosas que se tocan ligeramente, y no sabes por qué suceden, qué ha pasado.

Esperando para presentar "Genti di muerti"


El equipo del cortometraje


Le siguió el largometraje israelí “La fiesta de despedida”. La nacionalidad no importa, podría ser de cualquier país en el que se abra un debate sobre la eutanasia o la vida que se nos brinda al llegar a ser ancianos. Su interés es plantear debates.

Frío en julio


Cuando ya se iba acercando el fin llegó el momento de un thriller. Esa es la idea que yo tenía, y más o menos cumple, aunque encaja más en la estructura de un western (ambientado en los años 80): venganza y violencia. Se mantiene la tensión, pero hay algunos giros que me fastidiaron bastante. No por los giros en sí, sino por los cambios en uno de los personajes, de ser aparentemente un psicópata capaz de entrar en una casa y amenazar sigilosamente, luego tiene un comportamiento casi de buena persona (el casi es porque la facilidad que tiene para disparar un arma le quita el ser buena persona). Y también hay algún hilo que para mí queda demasiado suelto. Leyendo esto seguro que uno no entiende de qué hablo, pero es para intentar no contar nada de la trama. Resumiendo, podía ser un film duro e interesante, pero sus agujeros en el guión me la fastidiaron.

Camino de la cruz


Hay gente con unos comportamientos que no se entienden por la mayoría de la gente, y si esos comportamientos llevan a perjudicar a gente, menos aún. Es lo que pasa con los fanatismos religiosos como el que se presenta en la película. Sabía que era bastante experimental, consistía de 14 planos secuencia (y casi todos ellos estáticos), en los que supongo que muestra el paralelismo entre un via crucis con las situaciones de una adolescente proveniente de una familia muy religiosa. La puesta en escena me la esperaba más experimental, más difícil de ver, y no lo fue tanto. Además, son momentos claves en los que poco a poco se va entendiendo por donde va la protagonista, como la influencia de un cura y de la madre le hacen tomar ciertas decisiones. Nuevamente es difícil comentar algo más sin desvelar nada de la trama, pero la conclusión te llega a poner de mala leche, pensando que cosas así puedan llegar a pasar en lugares cercanos como Alemania.

La sal de la tierra, fuera de concurso


Y el broche final a las proyecciones en el cine (quedan un par de películas en una sala más pequeña) fue un documental sobre la vida y obra del fotógrafo Sebastião Salgado. Tiene un pequeño problema, que es un documental algo lento, y verla el mismo día que “Camino de la cruz”, haciendo doblete en el cine, y habiendo madrugado para trabajar por la mañana, no es bueno para el cuerpo. Pero la puesta en escena es preciosa, las fotos de Salgado son impresionantes, te entran muchas ganas de viajar y conocer los lugares que nos presentan. Claro que el fotógrafo se centró en sociedad, en gente, y pasó una temporada retratando el hambre de África. Esas fotos son las más duras, cuerpos que son esqueletos con piel por encima. Pero luego hay otros trabajos que te animan mucho más.

La película solo tenía un pase, pero como se preveía la afluencia de mucha gente, se decidió proyectarla en dos salas a la vez. Ninguna de las dos salas se llenó completamente, pero sumando los espectadores de las dos sí que salía mucha gente, bastante más de la que se suele ver un jueves en el cine.
Related Posts with Thumbnails