domingo, 31 de enero de 2016

Santiponce: ruinas de Itálica y San Isidoro del Campo

Echando la vista atrás, recupero ahora parte de las fotos de un viaje a Sevilla. En octubre fui a un concierto, y en lugar de quedarme en el centro, el hotel lo busqué en las afueras, en el pueblo de Santiponce, ya que sería más fácil aparcar. Ya con la reserva hecha me di cuenta que estaba justo enfrente de las ruinas romanas de Itálica, y que habría que pasar a conocerlas.

Las ruinas son parte de una antigua ciudad, y su visita es gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea. Aunque parezca que no hay nada, tiene dos partes muy interesantes. Queda la estructura de las calles, y algunos muros, pero dentro de ellos nos encontramos con mosaicos preciosos.

Primeras vistas de una calle

Restos de la calzada









Y el segundo lugar interesante es el anfiteatro. El teatro romano de Mérida es de los mejores que he visto, pero en anfiteatros, el de Itálica supera al emeritense.

Unas vistas de la parte trasera del anfiteatro


Vistas del interior

Galería bajo las gradas

Vistas a nivel de la arena



Itálica también contaba con su teatro. Está fuera del recinto, no muy lejos, y también abierto libremente.


Pero el pueblo de Santiponce también esconde otra joya, un poco más moderna. En el siglo XIV se fundó el monasterio de San Isidoro del Campo, cuya entrada también es gratuita. Lo tenía visto desde la autovía acercándome a Sevilla, y valió la pena parar a verlo. Arquitectónicamente puede no ser muy espectacular, pero tiene gran cantidad de frescos en sus paredes.

Jardines exteriores del monasterio









miércoles, 27 de enero de 2016

Montaña de sal de Cardona

Una torre de la mina, y el castillo de Cardona al fondo

Llevo una larga temporada sin dedicarle el tiempo necesario al blog. A veces porque el ordenador me desespera, y va a un ritmo imposible de utilizar, y otras porque me distraigo. Tengo material acumulado desde hace algunos meses, y es necesario que vaya saliendo a la luz.

Comienzo el repaso por una visita a Cardona, y en concreto a su montaña de sal. Fue una excursión familiar, a un lugar del que había oído mucho hablar, pero no había visitado aún. Y cuando uno oye hablar de una montaña de sal, cuesta hacerse una idea de lo que es. Allí se encuentra uno de los mayores depósitos de sal marina en interior, de los tiempos en que Cataluña se encontraba bajo el mar (antes de la formación de los Pirineos). Y como a lo largo de la historia la sal ha sido un elemento muy apreciado, se explotó la extracción. Por medio de una visita guiada se puede ver el lugar, aunque tan solo se visita una galería, la que seguramente fue de exploración. Aun así, se pueden ver formaciones espectaculares, y conocer aspectos de la historia geológica.

Por lo general, en el interior no permiten hacer fotos, pero sí que hay una galería en la que lo permiten, y la visita hace una parada lo suficientemente larga para las fotos, ver las formaciones, etc.

Por la mañana, antes de entrar, la montaña de sal natural, y a la derecha los restos de las excavaciones

Formaciones al aire libre





Distintas vistas del interior de la mina


Después de la visita cultural, subimos al castillo, nos quedamos a comer en el pueblo y dar una vueltecita. Es bonito, tiene su encanto, aquí pongo unas pocas fotos que tomé.

Vistas del entorno

El pueblo de Cardona desde la muralla del castillo


Iglesia en el interior del recinto del castillo


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