viernes, 25 de septiembre de 2015

Bruselas

Y por fin me he ido de vacaciones. Soy un poco tardío para cogérmelas, me voy cuando ya todo el mundo ha vuelto. Así al menos puedo salir sin calor. Esta mañana, a primera hora, cogía un avión rumbo a Bruselas.

Amanece al despegar, dejando Barcelona atrás

Sobrevolando nubes (ambas fotos con el móvil)

Y este año no he cogido ningún destino remoto, he preferido quedarme por Europa, montarme un viaje un poco más económico. Y el destino es el que el año pasado empezaba a mirar (pero me salió la oportunidad de ir a Vietnam, y la aproveché), que no es otro lugar que Holanda. Y ya puestos, visitar un poco de Bélgica, así que mi ruta va de sur a norte. He aterrizado en Bruselas, ciudad por la que he empezado el turismo.

De la capital belga conocía ya algunas cosas, sobre todo de gente que ha estado, pero me habían comentado que no tiene mucho, aunque sí una plaza preciosa. Y tal vez por ir poco preparado la he estado disfrutando más. Tiene muchas calles con construcciones características de la zona (no soy capaz de reconocer la época), y aprovecha el tirón de ser la capital del cómic europeo para pintar varios murales, e incluso tener un museo dedicado a ello, lugares a los que creo que le prepararé otra entrada.

No tenía muchos sitios preparados, he ido a la aventura, fiándome de un mapa en el móvil, y pasando a los lugares que sabía fijos: Grande Place, Manneken Pis... Y el resto ha sido callejear y encontrarme con los lugares por sorpresa, seguir también indicadores turísticos por las calles. En muchos lugares llegaba el olor de las panaderías y pastelerías, y tiendas de chocolate por todas partes. Es difícil entrar a una, porque no sabes qué coger. Es un poco caro, pero todo tiene demasiada buena pinta. Pero levantándome antes de las 5 de la mañana, haciendo un viaje en avión, ya a media tarde estaba sin muchas ganas de seguir adelante.

Columna del Congreso, al final de la calle donde tengo el hotel

Al final de la Rue Royale


Una arquitectura curiosa

Galerías Saint Hubert

Calle des Bouchers, preparada para las comidas

Jeanneke Pis, la versión femenina del Maneken Pis. Más escondida, y tras una verja

Primeras vistas de la Grande Place

Museo de la Ciudad. Un escenario me impedía verlo frontalmente

Otros edificios de la Grande Place


Concierto en la plaza

Una vista de la plaza llena de gente




El famoso Manneken Pis. ¿Qué tiene para atraer a tanta gente, a parte de la fama?





Esta torre se ve constantemente

Hay una plaza España, y por ahí andan Quijote y Sancho

Una muestra de dulces


Lateral del edificio de la bolsa

En la plaza de Saint-Géry, una sala de exposiciones

Interior de la sala


Catedral



domingo, 20 de septiembre de 2015

Salamanca, de noche

Que el nombre de la entrada no lleve al engaño, no le dedico nada a salir de noche de bares. Más bien a las horas en las que ya no había luz del sol, pero paseé un rato por el centro de Salamanca encontrándome todos los monumentos iluminados. Tampoco fue una visita completa, sabía que tenía el día siguiente para callejear y entrar en los sitios.

Ese día la ciudad estaba de fiestas, por lo que había gran cantidad de gente por la calle. Muchos iban a buscar un sitio para ver los fuegos artificiales, que sin proponérmelo, también los vi (aunque en un rincón con visión limitada, pero ya me iba bien).

No hay mucho que se me ocurra para contar de Salamanca. Es una ciudad encantadora, vale la pena pasear por sus calles y admirar su arquitectura. Y mejor que mis palabras, lo muestro con fotos.

Fuera del centro, en el parque de la Alamedilla, una fuente en el suelo con el agua de colores

La misma fuente, en otro momento, cambiando el color

Una parte de la plaza Mayor


La Casa de las Conchas y las torres de la Clerecía

Las conchas de la fachada que le dan nombre a la casa



Estatua de Fray Luis de León frente a la Universidad

Una de las fachadas de la Catedral



Para diferenciar lo viejo de lo nuevo: anacronismos como un astronauta






Fuegos artificiales vistos desde una calle del casco viejo

domingo, 13 de septiembre de 2015

Algunos rincones de Madrid

Hace poco estuve un fin de semana en Madrid. De vez en cuando voy por allí, y tal vez es por ese motivo que nunca me he propuesto hacer una jornada fotográfica en condiciones. Esta vez no fue una excepción, llevaba la cámara conmigo, pero la saqué poco. Sabía que quería mirar algunas tiendas, acercarme al museo Sorolla y a otra exposición, así que iba sin rumbo fijo. Por lo tanto, sí que tomé alguna foto, pero sin objetivos concretos, simplemente a algunos edificios o elementos que me gustasen, puede que sean más emblemáticos o menos, por lo que esto no es una muestra significativa de Madrid, ni mucho menos.









Jardines de la casa-museo Sorolla




Palacio de Cristal, dentro del Parque del Retiro

La excepción es el templo de Debod. Siempre lo había visto por fuera, y cuando llegué tenía el sol en una posición que no me convencía, por lo que no le hice muchas fotos. Pero entré por primera vez, y aunque no tiene mucho, hay algunos relieves ahí muy interesantes.





lunes, 31 de agosto de 2015

Visita nocturna a los Barruecos

Hace un par de días, se organizaba un acto nocturno en los Barruecos. Fui para allí esperando algo diferente de lo que me encontré, pero era noche de luna llena y llevaba la cámara equipada con el trípode. Así que lo mejor que podíamos hacer era dar una vuelta, casi sin necesidad de linterna, ya que había mucha luz, y parar de vez en cuando a tomar una foto. Había problemas de enfoque y varias fotos ha habido que descartarlas, pero otras se salvan, y las muestro aquí.

La luna que nos iluminaba









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