Tampoco ha ayudado mucho el que me he tomado la mañana con calma. Desayunar, preparar la comida que me iba a llevar, ordenar un poco la cocina, y desplazarme hasta el punto donde iba a empezar la ruta. Con todo eso me he subido a la bici algo tarde, y el sol ya estaba haciendo de las suyas. Por suerte había un airecito que ha ayudado un poco. Pero solo un poco.
La ruta no dispone de sombra en prácticamente ningún punto, así que cuando empieza el calor no conviene hacerla. También hay tramos de grava suelta, y que hacen difícil el avance. Pero no todo son quejas. El camino es fácil, muy llano, y sin pérdidas. Tampoco hay cruces peligrosos. Se puede hacer en plan familiar perfectamente. Los puntos más conflictivos los encontré la primera vez que la hice, en las afueras de Villanueva de la Serena.
En algunos puntos de la ruta se pueden observar cigüeñas a muy pocos metros. Tienen sus nidos en las que fueron torres para llevar los cables del ferrocarril, o en los árboles cercanos. Lo malo es que salen huyendo en cuanto alguien se acerca. Con la paciencia suficiente supongo que se podrían hacer fotos interesantes (cosa que yo hoy no he tenido).
Y más adelante, ya en los últimos 5 km cambia un poco el paisaje, cambia de las grandes extensiones, dehesas, a campo un poco montañoso. Aun así, nada de sombra.
Y como hoy sí que he cargado con la cámara, pues voy poniendo algunas de las fotos que he hecho.
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