Después de realizar la ruta del Cares emprendí el camino hacia mi siguiente parada, en Vitoria. Pero disponía de un día para llegar, y había que aprovechar para parar en algunos sitios intermedios. El primero fue en Llanes, en la costa asturiana. Y más en concreto en una playa que escogí al azar, sin saber lo que me iba a encontrar: la playa de Toró, situada cerca de un kilómetro al este del pueblo de Llanes.
El día no era muy caluroso, pero no impedía que hubiese gente que fuese a tomar el sol. Darse un baño era más complicado: el agua estaba fría y muy agitada, y esta es una playa muy rocosa, por lo tanto peligrosa para nadar. Mi intención era darme un paseo y hacer fotos, y para eso no hubo ningún problema.
1 comentario:
Unos bellos lugares muy bien reflejados en tus buenísimas fotografías,gracias por compartirlas.
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