Una imagen típica holandesa es la de los molinos, y cerca de Rotterdam se encuentra un grupo de estos, en Kinderdijk. Están muy cerca de Rotterdam, casi me había planteado ir en bicicleta, pero no tenía clara la ruta ni como cruzar un río, así que he buscado otras vías para llegar. Eso sí, la bicicleta la llevaba puesta. En Rotterdam, en la estación, hay un puesto de bicis, por 10€ (de frenos manuales, frenos en los pedales era más barata) tienes la bici por todo el día. Tan solo hay que dejar un depósito en efectivo de 50€.
La forma de llegar ha sido por barco, el waterbus 202, Se coge junto al puente Erasmusbrug, y en media hora te planta en Kinderdijk, a pocos metros del aparcamiento. Lo malo es que solo tienen 4 a la ida y 4 a la vuelta, pasan cada 2 horas, por lo que hay que estar atento. En los folletos había visto un billete por 13€, pero no sé lo que incluirá (además de la ida y la vuelta). El mismo encargado del barco me ha dicho que el billete sencillo son 4€, por lo tanto, por 8 he hecho el viaje (bici gratis).
Y al llegar a Kinderdijk comienza el paseo. Los caminos que van junto a los canales son libres, no hay ninguna restricción de hora (de paso sí, hay algunos caminos privados). La entrada al recinto permite ver un par de molinos musealizados, y una proyección explicativa en el centro de visitantes. Cuesta 7,5€, y un mapa de la zona e información por dos euros más. Una vez aquí no está mal pagar la entrada, aunque los paisajes son gratis.
El propósito de estos molinos es la de extraer agua, ir elevándola al siguiente canal o río, para evitar que la parte más baja quede inundada. La altitud media es de unos 6 metros y algo por debajo del nivel del mar. Hoy en día la extracción de agua se realiza por maquinaria eléctrica.
Interior del barco que lleva hacia los molinos
En la sala del centro de visitantes, maquinaria ya en desuso
Una primera vista de los molinos
Los tornillos de Arquímedes que extraen el agua de un nivel para llevarla más arriba
Interior de uno de los molinos (visitable con entrada)
Mecanismo en funcionamiento
El segundo molino visitable
Kinderdijk lo componen 19 molinos, agrupados en más bien poco espacio. Pero hay caminos y carreteras, muchos kilómetros preparados para ir en bici. Y yo llevaba una, así que me he adentrado por esas tierras. Los paisajes suelen ser de planicies verdes y canales, de vez en cuando alguna granja o pueblecito, y algún que otro molino más. He llegado a dos, Oud-Alblas y Streefkerk. Tienen unas iglesias curiosas, y no mucho más. Buscaba por la zona algún sitio para comer, pero no he encontrado nada, ha estado difícil. Al final he vuelto al punto de partida, y me he encontrado con la cafetería cerrada, así que me he conformado con lo poco que podían ofrecerme en el punto de venta de entradas-tienda de souvenirs-cafetería.
Prados verdes y llanos y canales
La bici que alquilé
Río Lek
Antes de volver al barco he tenido tiempo de hacer alguna foto más
Espacio para bicicletas en el barco
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