Tras varias visitas a Portugal estoy observando que el estado degradado de muchos edificios no es un hecho puntual, sino que parece ser algo generalizado. Me vienen a la cabeza lugares como Lisboa, Covilhã o Idanha-a-Velha, incluso Oporto, mi última visita y lugar donde hice todas las fotos que acompañan a esta entrada.
Esa degradación forma parte del encanto del país, lugares en los que ha pasado el tiempo sin que nadie se acordase de arreglarlos o evitar que se vengan abajo, que los cristales se rompan o las barandillas se oxiden. A veces simplemente es sensación de abandono y suciedad. Son edificios interesantes muchas veces, y no sabría decir si queda mejor así o reformarlos. Por el momento aproveché para hacer esta selección de fotos.
3 comentarios:
Estuve hace poco en Portugal y aunque es cierto que el degradado de los edificios le da un toque de dejadez y abandono, también le da un cariz inconfundible que lo hace especial. A mi me encantó ver como ciudades como Lisboa o Porto convivían entre la modernidad y el abandono sin desentonar.
Ésa"decadencia"les da un aire auténtico,no de"renovación" como otros lugares que han perdido su encanto por su "modernidad".
Saludos.
A decadência é perigosa. Como vivo perto do Porto, pude presenciar há pouco tempo uma derrocada no centro da cidade. Foi uma sorte não ter provocado vítimas...
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