El pueblo es turístico, y puede llegar a tener muchos visitantes que hagan la visita incómoda. Tuve suerte este día y no fui encontrando mucha gente. Vale la pena pasear por las calles empedradas, y salvo en zonas determinadas, sin coches.
Un castillo está enclavado en la parte más alta, vigilando el entorno en varios kilómetros. El castillo está bastante restaurado, pudiéndose acceder a cualquier punto casi sin problema.
A la entrada del castillo
Parte de la muralla del castillo, y parte de las vistas
Sobre la roca se yergue el castillo
Interior de la cisterna del castillo
Otro lugar a visitar es el museo de la ciudad, ubicado en una iglesia. Es un museo pequeñito, pero no por eso se va a quedar sin ver. La entrada cuesta 1.30€, y dentro se pueden ver varios trajes regionales, herramientas, un retablo y alguna pintura.
1 comentario:
Que bellas fotografías sacaste.
Me gusta mucho Marvão.
Un abrazo
Flor
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