La primera visita del día ha sido un intento. La idea era visitar la cueva del Gato, al menos lo que se pudiese sin problema. Pero el problema ha estado antes de la entrada. El puente que cruzaba sobre el río estaba hundido, y aunque no era imposible cruzarlo, sí que había una parte demasiado inclinada para animarme a probar suerte. También influía que a la hora en la que estaba allí todavía quedaban restos de la helada nocturna, y no quería pegar un resbalón y caer al agua, o que la cámara se golpease... Y aunque hay allí un hotel rural, estaba todo cerrado, sin posibilidad de preguntar a nadie por el sitio. Así que he visto de la cueva lo que se ve desde un mirador.
La entrada a la cueva del Gato destaca en la montaña
Así estaba el puente por el que tenía que haber cruzado el río y llegar a la entrada de la cueva
Pero unos pocos kilómetros más al sur hay otra cueva que sí he podido ver, y ha valido mucho la pena: la cueva de la Pileta. Tiene varias pinturas rupestres muy bien conservadas, y por lo visto son de las mejores que hay en España. Y como no, además de por las pinturas, las cuevas suelen ser bastante espectaculares de ver desde el punto de vista de formaciones.
La visita es guiada, y dura algo más de una hora (y eso que se visita solo una cuarta parte de la cueva, la que es más accesible). Te van comentando las pinturas y te enseñan algunas formaciones concretas peculiares, además de la historia del descubrimiento y explotación. Conviene llevar calzado adecuado para suelos húmedos, pues resbala mucho. Y yo creía que en las cuevas suele hacer frío (será que normalmente he visitado algunas en verano, donde la temperatura interior es más baja que la exterior). Pero tiene un microclima y se mantiene la temperatura constante siempre.
Por motivos de conservación, no se permite hacer fotos dentro, por lo que ni siquiera cargué con la cámara. Y de fuera tampoco tengo fotos, pues la entrada no es más que un pequeño agujero en la roca. Las vistas sí que son impresionantes.
Vistas desde la entrada de la cueva de la Pileta
Ahora voy a desordenar la cronología de las visitas del día, y paso a Grazalema. Es un pueblo más o menos grande, y como todos los que he visto por aquí, en un entorno espectacular, rodeado de grandes montañas. Es de los más importantes de la zona, por lo que está lleno de gente y coches. Por el pueblo he paseado un poco, un par de calles, pero es que a parte de algunos edificios concretos, poco me aporta el interior de estos lugares. Las fachadas blancas están muy bien conservadas, pero hay muchos coches por todas partes que afean las vistas. Así que en mi opinión, lo mejor es buscar lugares desde los que observar panorámicas.
Una de las primeras vistas que he tenido de Grazalema, llegando desde el este (y con el sol en mala posición)
Desde la carretera que va hacia El Bosque (al oeste) hay unas vistas generales preciosas
La montaña rodeando al pueblo
Una de las calles de Grazalema
El resto del día ha sido básicamente de ver paisajes de la sierra. Primero en el camino de la cueva de la Pileta hacia Grazalema. Luego en una pequeña ruta senderista que he hecho desde Grazalema (no tenía ganas de andar mucho por la montaña). Han seguido las vistas que hay desde el puerto de Boyar, yendo hacia El Bosque. Esa carretera tiene multitud de vistas espectaculares, pero no tantos sitios en los que parar. Tomándoselo con calma también se pueden disfrutar los paisajes, pero no fotografiar. Y en lugar de volver por el mismo camino he cogido una carretera que iba hacia Prado del Rey, y desde allí hacia Zahara (pero como lo visitaré mañana, tan solo he sacado una panorámica, ya que la posición del sol del atardecer, desde la carretera por la que iba, era perfecta). Hay varios lugares que me habría gustado parar y fotografiar, pero se me han pasado. Así que en resumen, esto es un resumen de lo que he visto de la sierra de Grazalema.
Benaoján, el pueblo que hay cerca de la cueva de la Pileta
Siguiendo la ruta de Los Charcones (una de las más sencillas de la zona)
La parte más alta de esta ruta senderista
Volviendo, una de las vistas, con Grazalema en la parte baja
Vistas desde el mirador del puerto de Boyar (otra vez, con el sol en mal lugar)
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