Unos días en Portugal: Ilha de Tavira, Carvoeiro, Ponta da Piedade

Llevo un rato dándole vueltas a como empezar la entrada del día. Hay varias cosas con las que puedo comenzar, pero no sé a cual darle más importancia. Podría decir que he aprovechado un puente que tenemos en Extremadura, sumándole un día más que me he cogido, y me he embarcado a un viajecito por el sur de Portugal. Y como vi que el hotel que me he cogido tiene wi-fi, pues aprovecho, me traigo el portátil y así actualizo el blog en tiempo real.

Lo primero decir que esta noche, 31 de octubre, es cuando tradicionalmente se hace la castañada, hay castañas asadas (de ahí el nombre), panallets, moscatel... El moscatel difícilmente lo veré, los panallets ya los hice la semana pasada y ya se acabaron. Y las castañas, con un día como hoy es lo último que apetece. A estas alturas del año, y el coche me marcaba ¡29ºC! Así poco turismo de andar hay ganas de hacer. Aun así, lo estoy intentando.

Así que la primera parada del día ha sido en Santa Luzia, una urbanización cercana a Tavira. Desde ahí hay un puente peatonal para cruzar hasta la isla de Tavira, y un camino que llega hasta la playa. O también hay la alternativa de un trenecito, pero el paseo no es demasiado largo y vale la pena disfrutar del paisaje.

El puente a cruzar


Se veían cantidad de peces junto a los soportes del puente


El tren que lleva hasta la playa (pero este estaba ahí parado)


Las vías, y al fondo Santa Luzia


Paisaje visto desde el camino

Hacía día de playa (es más, llevaba yo más ropa de la necesaria para un día como hoy, y andaba sudando), pero ese no era mi objetivo. Me habían dicho de un Cementerio de Anclas, que está justamente casi al final del camino. El sol no lo tenía en el mejor sitio para hacerle fotos, pero se hace lo que se puede. Aquí se puede ver una mejor muestra fotográfica del lugar.

También el lugar era un cementerio para esta barca

Luego han habido dos paradas sin fotos. Una en Fuzeta, en busca de algo interesante, pero entre calor y hambre que me estaba entrando he estado poco rato. Y luego en las afueras de Albufeira, para ir de compras. Soy casi adicto a la FNAC, y aprovecho cuando tengo alguna cerca en Portugal para buscar algunas cosas que no voy a encontrar en España, y me ayudan al estudio del idioma.

Pero siguiendo en la carretera he llegado a Carvoeiro. Iba buscando el Algar Seco, pero en una guía que me han prestado no indicaban exactamente como llegar, y en el GPS o en el pueblo no he encontrado indicaciones. Así que no sé si lo he visto o no. Pero es igual, porque todo el pueblo y urbanizaciones están en la zona alta de unos acantilados impresionantes. Más de una vez no me podía acercar a hacer mejores fotos por miedo a la altura. Y también me ha fallado un poco el objetivo: en algunos sitios necesitaría más angular del que tengo.

Una de esas playas inaccesibles por tierra. Tan solo había gaviotas


Pequeña muestra de los acantilados


Acantilados hacia el oeste


Una cala más accesible


Una gaviota que no huyó al acercarme

El sol ya empezaba a estar bajo y no me quedaba mucho tiempo para lo que quería hacer, así que he ido directo a la Ponta da Piedade, un conjunto de acantilados y grutas en el pueblo de Lagos. Hay una escalera que permite llegar hasta el agua, y hay quien aprovecha el lugar para hacer submarinismo. Yo lo he aprovechado para hacer fotos. Tiene orientación sureste, por lo que la puesta de sol no se puede fotografiar con estas rocas, pero desde la parte alta sí que hay visibilidad al oeste.

La erosión ha dejado partes del acantilado formando caprichosas formas


Pareja observando el océano




Vistas una vez abajo


Prueba de larga exposición (20 segundos) algo fallida: no conseguí el efecto del mar como una neblina


El sol poniéndose (y muy al fondo posiblemente el cabo de San Vicente)