lunes, 18 de octubre de 2010

Ruta en Cazorla por el río Borosa

Después de un verano muy vago, sin ganas de hacer mucho, tanto en temas de salidas como fotográficos, por fin este pasado fin de semana decidí hacer un poco de senderismo. Como me tenía que desplazar a Linares busqué algo por la sierra de Cazorla, que no está demasiado lejos, y encontré una ruta siguiendo el río Borosa, que es la que voy a comentar a continuación.

La ruta comienza junto a una piscifactoría, y el inicio parece un lugar de paso de todo el mundo, hay muchísima gente. Los primeros kilómetros transcurren por pista forestal y es un camino muy fácil, apto para todo el mundo. Vamos junto al río constantemente, escuchándolo bajar, y seguro que poniendo atención también veríamos peces.


Formaciones rocosas en el río. Este lugar está a pocos metros del inicio. La foto la hice al volver, pues a la ida tenía el sol en mal sitio






Algunas vistas del río


Hay un punto en el que nos encontramos con un desvío para ir a la Cerrada de Elías, mientras que la pista sigue por otro lado, para encontrarse nuevamente más adelante. Vale mucho la pena coger el camino hacia la cerrada. Cambiamos de pista a un caminito más estrecho, y en algún momento es tan solo una pasarela sobre el agua, pero es de los puntos de fácil acceso más bonitos de la ruta.


Una de las vistas más conocidas de la Cerrada de Elías



En el camino nos vamos encontrando formaciones rocosas curiosas y algunos paisajes interesantes, aunque al ir por el valle de un río no tenemos grandes panorámicas, pero eso no impide disfrutar de las vistas, si nos acordamos de levantar la vista alguna vez (en mi caso no era tan fácil, casi toda la ida la hice con el sol de cara).







La dificultad comienza al llegar a una central hidroeléctrica. Ahí se acaba la pista y comienza la subida en serio, y los paisajes más espectaculares: paredes verticales que parecen venirse encima, pequeñas lagunas de aguas turquesas y seguro que heladas (no me acerqué a comprobarlo). La primera parte de la subida se deja hacer, pero al final se complica más, tanto en pendiente como en terreno. Cuando se ve la entrada a un túnel se puede respirar: se acabó de subir.






Se puede apreciar por donde va el camino


Entrada al túnel


Los túneles pueden dar un poco de miedo si no gusta la oscuridad. Hay un canal de agua corriendo y una barandilla de protección, pero dejando un camino estrecho para caminar (más de una vez hay que inclinarse para no tocar la pared). En algún punto de curva no se ve absolutamente nada, por lo que sería conveniente ir con linterna (cosa que no hice). Además, algunas zonas están encharcadas, así que mejor si las botas son impermeables.


Interior del túnel


Vistas desde una de las ventanas del túnel


Una vez arriba hay una presa y un pequeño embalse, y un poco más adelante la laguna de Valdeazores, que fue el final de mi ruta. También se podía llegar al nacimiento del río Borosa, pero no me acerqué. La subida había sido larga (en tiempo y distancia), y me quedaba hacer el mismo camino de vuelta.




Laguna de Valdeazores


Ya volviendo me fijé en lo que había subido: los agujeros de la montaña son las ventanas del túnel

2 comentarios:

Gemma dijo...

Anda, yo pensaba que la cerrada de Elías había sido en la ruta de la cueva secreta en Granada!!!!
Yo recuerdo esa parte de la ruta como una de las más bonitas!!!!

Tony Collbato dijo...

Muy bonitas fotografías y preciosos los motivos escogidos.

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