Trujillo es una bonita ciudad cuya parte antigua se encuentra en la parte alta de una montaña, perfectamente visible desde la autovía. La podría describir como una ciudad de piedra, donde todos sus edificios transmiten antigüedad. Pero no tanto las calles, pues tiene el defecto de que hay coches por todas partes, en cualquier rincón de cualquier callejuela, hecho que afea mucho. En todo momento tenía que levantar el encuadre de la cámara para que no me apareciesen en las fotos.
Aquí incluyo una muestra de lo que vi.
Vistas de Trujillo desde el castillo
Interior del castillo
Silueta de la puerta de entrada
Una vista del castillo, bajando hacia la plaza Mayor
La Alberca
Torre del Alfiler
Palacio de Orellana
Puerta de San Andrés
Una torre de la iglesia de Santa María la Mayor
La entrada al museo de la Coria es un antiguo convento
Torre de la iglesia de San Martín, de la plaza Mayor
Tejados de Trujillo
Además de todos los rincones curiosos, el lugar más espectacular es la enorme plaza Mayor, donde se realiza la Feria del Queso. Es una gran explanada rodeada de edificios interesantes y una estatua de Francisco de Pizarro en un lugar destacado.
Además de los edificios emblemáticos, de la parte más antigua de la ciudad, me encontré con un par de puntos curiosos que no me resisto a incluirlos.
1 comentario:
Un pueblo precioso y tu nos lo has enseñado perfectamente con tus fotos.
Un saludo
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