Ruta por los pueblos blancos (y 3): Ronda y Zahara de la Sierra

Mi visita a los pueblos blancos ya se ha acabado, y es desde casa donde he acabado de descargar fotos y hacer la última entrada correspondiente al viaje. Así que ya puedo hacer un resumen y sacar algunas conclusiones: ver los pueblos en su entorno, el blanco de las fachadas rodeado de montañas es espectacular. Eso sí, para visitarlos hay que hacerse a la idea de que todo son cuestas, y se hace bastante ejercicio.

El último día acabé de visitar Ronda, fueron tres etapas las necesarias para echarle un vistazo a aquello que más me interesaba. Una de las cosas más espectaculares es su situación, como el casco antiguo está ubicado en la parte alta de un gran montículo de roca, de más de 100 metros de altura. La vista del puente Nuevo es tal vez su imagen más conocida, y con razón. Además, está muy bien situado para aprovechar la luz del atardecer. A parte de callejear, también visité los baños árabes (que no sé si porque era lunes, pero no tuve que pagar entrada).

El tajo de Ronda. Viendo las casas se puede uno hacer la idea del desnivel


Otro punto de vista del tajo


Muralla y puente viejo


Baños árabes, la antigua recepción


Sala de baños templados




Colegiata




Jardines de la Alameda


Vistas desde los jardines

Al salir de Ronda quería ver el puerto de las Palomas, situado en la carretera que une Grazalema con Zahara de la Sierra. La carretera es tranquila, poca gente pasa por ahí, y es que para llegar rápidamente de un pueblo al otro puede ser un poco lenta. Pero las vistas desde el mirador que hay en el puerto valen la pena.

Vistas desde el puerto de las Palomas


Vistas hacia el otro lado, con la carretera de bajada

Y el último lugar de mi visita fue Zahara de la Sierra, por lo que me dijeron es uno de los más antiguos de la zona. Como en otras ocasiones, un castillo domina el paisaje, y en esta ocasión además un embalse a los pies.

La luz de la tarde cayendo sobre Zahara


Torre del homenaje, tras una buena caminata de subida












Un poco de publicidad: aquí paré a comer, y muy bien de precio (pero va bien comer ahí antes de subir al castillo, así se baja la comida. Porque hambre no se pasa)