El coche lo dejé en Guadalupe, en una zona de aparcamiento que hay en las afueras del casco antiguo. Al llegar no había casi nadie, no pasó lo mismo al acabar. Desde ahí bajé en busca del inicio de la ruta. El croquis utilizado es bastante bueno, y gracias a él se podía encontrar los caminos, porque esperaba encontrar alguna señalización que apenas vi. La verdad es que tampoco era imprescindible, pues la primera parte es seguir una pista que va en paralelo al río, y la segunda parte es la continuación de la pista de vuelta al pueblo.
Aunque al empezar fui en sentido contrario, en busca de un viaducto enorme que tenía visto, y quería acercarme. Para ese tramo sí que había un camino separado de la carretera, no para el otro sentido. Pero es un trozo corto y con poco tráfico el que hay que hacer por la carretera. Luego, a la altura de un antiguo aserradero se deja para ir por la pista que antes mencionaba.
Hay varios molinos en el camino, para algo le dan nombre a la ruta. El molino del Martinete está en ruinas, pero se encuentra justo al finalizar la calle que baja desde el pueblo, de forma que se ve fácilmente. El molino del Batán está reformado, pero el siguiente, el molino del Pan Blanco me lo pasé de largo sin verlo. Después la ruta sigue acercándose al río a ratos (son los momentos más bonitos del camino), hasta llegar a un embalse. Siguiendo hacia la cola del embalse, por un camino particular durante unos metros (no hay indicación alguna) me encontré el molino de la Herrería, pero sabiendo que lo iba a buscar, porque no hay nada que indique que está ahí, ni se encuentra en la ruta. Retrocedí unos metros hasta regresar a la pista principal, y después de una subida va en alto por la ladera de la montaña, con vistas espectaculares hasta llegar de vuelta a Guadalupe.
Meteorológicamente, no pillé el mejor día. Había algo de niebla, pero la mayoría del camino estaba por debajo de la niebla, y simplemente parecía que estaba nublado. En el punto alto es donde sí que me la encontré de lleno. Pero lo mejor es que pase a mostrar fotos.
Viaducto de Guadalupe
Molino del Martinete
Ruinas de un antiguo aserradero
Molino del Batán
El río Guadalupejo
La niebla que tenía casi encima
Los helechos dando un toque rojizo al paisaje
Molino de la Herrería
En este punto es donde la niebla se espesó más
Llegando ya a Guadalupe, destaca el monasterio
4 comentarios:
Una preciosidad. Te deseo una Feliz Navidad y un Año Nuevo lleno de alegrías junto a tus seres queridos. Leovi.
Excelentes fotografias.
Venho desejar um Bom 2013 e esperar
que nos possamos encontrar mais
vezes.
Um abraço
Irene Alves
La zona es preciosa de hecho, en mi último viaje a Madrid por Navidad, varié la ruta y me fui por Guadalupe, aunque como estaba ya con el resfriado encima, no paré a hacer fotos. El día fue una maravilla: contraluces, nieblas, sol.... aunque una pena no poder parar por esas carreteras porque había estampas que bien podrían ser del norte de España.
buenas fotografías, excelente paisaje, éxitos.
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