La información que había encontrado no era mucha, confiaba en informarme mejor al llegar al pueblo. Me acerqué a la oficina de turismo, donde tenían algunos folletos. En uno de ellos aparecía un mapa con algunas rutas recomendadas, pero ya me avisaron de que apenas estaban señalizadas. En parte tampoco suponía ningún problema, pues los caminos que hay son los que estaban en el mapa, y alguna marca de pintura indicando alguna bifurcación. Al final, el camino que tomé fue uno cortito, lo que marcan como Camino de los Escalones y Fuente de los Moros, unos 7 km.
Comienza subiendo hacia el castillo, desviándome para llegar a las ruinas, con unas vistas preciosas de Hornachos. La subida es algo lenta, además de pendiente había muchos arbustos, mucha vegetación baja que casi cerraba el camino.
Primeras vistas de la subida
Hornachos
El campo lleno de flores
Las ruinas del castillo desde el camino
De vuelta al camino, subiendo un poco más
Otra vista del castillo
En una bifurcación se puede seguir adelante, o ya tomar la parte alta de esas montañas, donde el camino pasa a ser llano, pero plagado de jaras dejando intuir el camino. En ese momento todavía estaban por florecer, ahora ha de ser espectacular.
En un punto del camino los árboles casi cierran el paso
Había un punto en el que parecía haber un camino que bajaba ya hacia el pueblo, pero no descendí por él, preferí seguir adelante, hasta llegar a una casita medio perdida, una pequeña construcción aislada en lo alto de una vaguada. Y ahí empezaba a bajar ya entre piedras sueltas y antiguos muros. Un descenso un poco lento, pero no demasiado largo. Una vez llegado al camino asfaltado está la fuente del Moro, y desde ahí al pueblo solo quedaban unos pocos metros más.
Bajando de vuelta al pueblo
Interior de lo que creo que es la Fuente del Moro
Una calle de Hornachos
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