Cuando ayer llegué a Tilcara ya había anochecido y no vi nada. Y es más, ¡me costó encontrar el alojamiento! Pero una vez acomodado me comentaron que en lo alto de un cerro, junto al pueblo, se encontraban las ruinas de Pucará. Consta de un antiguo poblado, en parte restaurado, por lo que se puede ver la distribución de casas y calles, y entrar en las construcciones. Otras partes están caídas, quedan un montón de piedras en el suelo, y el terreno ocupado por cardones, que es el típico cactus que asociamos al oeste americano. Al estar en lo alto de un cerro las vistas de la zona, de las montañas que rodean al valle, son espectaculares. Todo eso me lo había perdido al llegar.
Puente que hay que cruzar (en coche en mi caso) para llegar al Pucará
Vistas desde la parte alta de las ruinas
En la parte baja del recinto hay un jardín botánico, donde la parte que más me ha gustado es precisamente la de los cactus.
Cardones típicos de la zona
Cerro de los Siete Colores visto desde las afueras de Purmamarca
Vistas desde el centro del pueblo
El centro de Purmamarca, preparado para el turista
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