Homenaje quien ya no está

Hoy hace un mes, el 18 de octubre, fallecía prematuramente mi tío, aquel al que llamábamos el tío Toni, al que también conocíamos como el Velasco. En ese momento me afectó mucho el suceso, y el viaje a Barcelona fue agotador, no tuve apenas ocasión de decir nada. Ahora tengo la mente más despejada, puedo contar lo que entonces no conté y quiero decir.


Quiero recordar los buenos momentos en los que ha estado ahí, y eso es algo fácil: todos los momentos en los que está son buenos. Siempre riendo, bromeando, jugando con los niños... Y eso desde que yo era niño. Siempre pensé que iba a ser el abuelo perfecto, y lo había empezado a ser.


Quiero recordar como siempre que podían, él y mi tía, estaban viajando, y como precisamente, su último viaje fue a Mérida. Siento que tal vez yo no fuese el mejor anfitrión, que durante el fin de semana sí que estuvimos juntos, pero los días restantes apenas les hice caso. Como aprovecharon el viaje para traerme algunas cosas de Barcelona, como charlamos del que tal vez sería mi próximo piso o de alguna serie de la tele, como intenté dar algunas pequeñas clases de fotografía, o como cogí su cámara y les hice algunas fotos, al menos recuerdo en la fuente de la puerta de la Villa. Lo que lamento es que no les hiciese yo con la mía, y tenga que recurrir a una foto de la pasada Navidad. Ahora, cada vez que paseo por las calles de Mérida que en su momento les enseñé, me viene a la memoria su presencia, esos días que estuvieron aquí.












Sé que no soy muy bueno escribiendo, que me dejo muchas cosas en el tintero, que podría decir más, pero no es fácil. Así que quiero pensar que Carla va a ser la mejor ayuda para superar los momentos de tu ausencia, que no quiere decir del olvido, pues siempre estará en nuestros recuerdos. Así que quiero recordar como nos despedimos en Mérida, como la mañana del 24 de septiembre le dije "nos vemos en Navidad", y no va a poder ser. Quiero decir que hasta siempre, Tío Toni.