Este pueblo estuvo habitado hasta los años 50, momento en que con la creación del embalse de Gabriel y Galán se expropió, y a la gente del lugar se la trasladó a un nuevo pueblo, Zarza de Granadilla, a pocos kilómetros. Pero finalmente el pueblo no se inundó, se quedó casi rodeado de agua, pero ahí estaba, sobreviviendo aunque abandonado.
A mediado de los noventa se intentó corregir ese abandono con restauraciones. Parte del pueblo está restaurada, la plaza Mayor parece una normal, aunque un poco vacía y tranquila. Pero la parte sur está en ruinas, quedan fachadas de las casas y las calles llenas de vegetación.
Es una visita agradable e interesante, no hay mucha gente, y puedes pasear por las calles tranquilamente, hacer fotos sin apenas gente. Y la torre del castillo es accesible a todas las estancias, con unas vistas del pueblo o del campo del entorno. También se puede pasear por toda la muralla que rodea al pueblo.
Precisamente, debido a que el pueblo está amurallado y solo tiene dos puertas de acceso (una al norte, la entrada normal, y otra al sur) la visita tiene un horario limitado. En la carretera ya hay unos carteles informando que está abierto de martes a domingo, hasta las 13.00 (no estoy seguro a la hora que abren), y por la tarde desde las 16.00 hasta las 18.00 en invierno, y algo más tarde en verano. La carretera de acceso tiene algún tramo malo, pero los últimos 4 o 5 kilómetros están completamente arreglados, y aunque es estrecha, está en muy buen estado.
Dos vistas del castillo desde fuera
Castillo y casa, dentro de las murallas
Interior de una sala (que personalmente no vi, no tenía iluminación)
Vistas del pueblo con casas reformadas y otras por reformar
Embalse Gabriel y Galán
Un pueblo en ruinas
Algunos de los edificios restaurados
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