Hace pocos días estuve viendo en un libro de fotografía que el autor había hecho varias tomas colocando la cámara al nivel del suelo, dando al encuadre un punto de vista algo diferente. Y algo tan sencillo como eso quise probarlo paseando por distintos lugares de Mérida. Como mi cámara no me permite previsualizar en pantalla, las fotos las hacía un poco a ciegas. Colocaba el enfoque manual al infinito (para que no intentase enfocarme al suelo que tenía delante), diafragma cerrado para tener profundidad de foco, y confiar en la suerte. Tengo algunas fotos curiosas, pero muchas otras no valen nada.
El acueducto de los Milagros, desde el césped
Puente romano sobre el Albarregas
Un caso donde me interesaba enfocar la hoja cercana
Para añadir algo más, me incluí en la foto, aunque solo fuesen mis pies
El puente Lusitania, con la señal de vía apta para bicicletas
En el puente romano, con un par de ciclistas esquivándome
Ésta fue la parte matutina. Quise experimentar un poco más, y para eso bajé a la calle de delante de casa a probar algunas fotos de larga exposición.
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