No conocía Santander, ni siquiera había estado cerca nunca, y ya iba siendo hora de arreglarlo. Estuve una mañana, y diría que tuve tiempo suficiente para hacerme una idea de lo que hay. La ciudad tiene dos partes diferenciadas, que son las más interesantes para ver. Una es el centro, y siguiendo la línea de costa llegamos a la península de la Magdalena y la playa del Sardinero.
Dejé el coche en la avenida que une estos lugares, avenida de la Reina Victoria, donde no hay que pagar. Fui hacia el palacio de la Magdalena, lugar en el que empezaría la visita, con vistas al mar a un lado y casas grandes, caras, al otro. La parte que da al mar está cubierta de una arquitectura interesante, donde ha habido dinero.
Se puede dar una vuelta por los jardines del Palacio de la Magdalena, con vistas a diferentes playas y parte de la ciudad, cuenta con un pequeño zoo, varias muestras de barcos antiguos, jardines, y el edificio del palacio, que en ese momento tenía algún acto, y no hice por entrar.
Palacio de la Magdalena
Algunos habitantes del zoo
Una vista de la playa del Sardinero
Muestra marítima al aire libre
Distintas vistas de la zona del Sardinero
Edificios junto a la playa
Y de ahí me fui paseando al centro, metiéndome por calles interiores. Tiene interés la primera línea frente al mar, el interior escasea. Y por el centro, hay algunas cosas más o menos interesantes, pero se ve rápido. Se disfruta más el extremo oriental de la ciudad. Una vueltecita por el centro para conocerlo ya es suficiente, al menos para mí.
Catedral
Una pequeña capilla adosada