Después de visitar Euskadi, mi idea era conocer un poco de Cantabria, sobre todo Santander. Pero buscando alojamiento, me encontré con un hotel que estaba bien en Loredo. En línea recta, a través del mar, está muy cerca de Santander, al otro lado de la bahía. En coche había que dar más vuelta, pero pasando solo una noche allí no iba a ser problema.
Llegué cansado ese día, y hacía calor. Después de una parada algo breve en el hotel decidí salir a dar una vuelta, y aprovechar que la playa estaba cerca, a pocos minutos a pie. Podía estar muy bien pillar el atardecer allí. Pero se estaban formando nubes grises y oyendo tronar, y no me apetecía que me cogiese una tormenta paseando, por lo que mi visita a la playa fue rápida. Al menos pude aprovechar que era una hora en que los bañistas ya se iban, y quedó la arena vacía.
Rocas, acantilados y arena, es una playa realmente bonita de ver, y como siempre, de fotografiar.
Caminando entre pinos y helechos para llegar a uno de los rincones de la playa.
Santander al fondo
Una prueba con filtro de densidad neutra
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