Salamanca no está muy lejos de Mérida, en menos de 3 horas me planto, por lo que tenía pendiente dedicarle alguna vez esa visita que hacía tiempo decía que iba a hacer. Y se dio la circunstancia agradable de que una amiga polaca tenía que ir ahí a una conferencia, acontecimiento que no iba a dejar pasar (la recogí en el aeropuerto de Madrid, nos quedamos un día en Mérida, y luego la acerqué a Salamanca, donde yo también me quedaría un día de visita).
La noche que llegué ya me di una vuelta por la parte vieja, viendo casi todos los monumentos iluminados, pero me quedaba hacerlo a la luz del día. Visitaría entonces algunos lugares por dentro, por fuera menos de lo que esperaba, pues ya tenía algo de cansancio acumulado. Por suerte es una ciudad pequeña, pero ofrece muchísimo que ver. Una muestra de fotos hablará mejor que yo con palabras.
Una vista de la Plaza Mayor
A primera hora de la mañana todavía se pueden ver los lugares vacíos
Y también los camiones de reparto
Torres de Clerecía
Patio de la Casa de las Conchas
Una gárgola del patio
Visitando la Universidad Pontificia
Vistas desde las torres de Clerecía
Pórtico de la universidad. ¿Dónde está la rana?
Casa Lis
Huerto de Calisto y Melibea (que no salga gente es difícil de conseguir)
Entrada de la iglesia de San Esteban
Casa de las Conchas
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