El día ha sido productivo en paradas, aunque algunas de ellas han sido demasiado breves. He cogido una ruta que me venía en una guía, y ya que comenzaba en Lagos, me he decidido a hacerla. Al menos parcialmente.
La primera parada ha sido en Luz, un pueblecito costero sin mucho atractivo, la verdad. Una iglesia curiosa, pues no me suena tener visto el color amarillo. Y la playa se encuentra encajada entre montañas, aunque al oeste apenas es abrupta. Lo normal en esta zona.
En la iglesia ya empiezan a poner las luces navideñas
Final de la playa y parte del pueblo
No toda la costa es playa
La siguiente parada era en la playa de Cabanas Velhas. Para llegar había que ir por una pista en bastante mal estado, y está un poco lejos de todo, salvo de una urbanización. Tal vez en verano esté atestada de gente, pero en días como hoy había unas pocas personas paseando, y algún que otro que iba a tomar el sol (no me quedé a verlo).
A pocos metros de esta playa, en lo alto de una montaña, hay una antigua fortaleza en ruinas, Forte de Almadena. Su situación es realmente estratégica, se controlaba bien la llegada de cualquier embarcación a la costa.
La montaña saliendo de la playa
Espigón al que no llegué
Forte de Almadena
Vistas hacia el este
Vistas hacia el oeste
A Salema he llegado con una idea algo equivocada. Según la guía el turismo apenas había llegado hasta ahí, y para mí la gran mayoría de edificios se deben precisamente a apartamentos de segunda residencia. Eso sí, el puerto y la playa conservan todavía la tradición pesquera.
Gaviotas en la playa y barcos pescando
Aunque al paso de la gente se iban, tantas gaviotas me recordaban a "Los Pájaros" de Hitchcock
Material de pesca
Barcas y pueblo
También en el Algarve hay un santuario de Guadalupe, pero no he tenido en cuenta que hoy es lunes, día en que muchos sitios están cerrados, y este era uno de esos. Pero desde la puerta se podía hacer al menos una foto.
A partir de aquí ha habido varios intentos fallidos. Por un lado había una zona de monumentos megalíticos que no he sabido encontrar. Tal vez la zona era muy amplia y la vegetación de arbustos lo tapaba todo, o simplemente no he sabido identificar las piedras. Además, el viento soplaba con mucha fuerza, y no me apetecía ir andando en busca de algo que no sabía si encontraría.
También me salté Vila do Bispo. Pensaba dejarlo a la vuelta, pero al final ni eso. Así que he llegado a Sagres. La fortaleza es bastante interesante, aunque 3€ me parece un poco caro para lo que hay. Consiste en una gran explanada en un cabo, una zona estratégica. Pero lo que es la entrada y los edificios viejos son pocos y no están en muy buen estado. Y luego han hecho unos añadidos que contrastan demasiado. Aun así, como siempre en estas zonas, las vistas son lo mejor.
El pueblo me ha parecido un pueblo fantasma, casi completamente vacío, y sin ningún tipo de atractivo. Iba buscando un lugar donde comer, buscaba una zona comercial o movimiento de gente, pero nada. Al menos sí que había restaurantes, y he podido comer.
Supuestamente una rosa de los vientos
Puerta de la muralla
Iglesia dentro del recinto
El océano Atlántico, y al fondo a la izquierda el cabo de San Vicente
Hay quien aprovecha el viento para hacer windsurf
Faro dentro de la fortaleza
Todo lo que hay donde no se ha construido son piedras y vegetación baja
El punto fuerte de la ruta era el Cabo de San Vicente, la punta del suroeste de la península Ibérica. Para localizarla en los mapas, esa puntita que sobresale abajo a la izquierda. Las alturas son impresionantes, y dan más miedo cuando temes que una ráfaga de viento te empuje hacia donde no habría que estar. Como quería ver otros sitios y andaba justo de tiempo he hecho una visita rápida (ya había estado en febrero del 2007 con más calma). La única pega que le encuentro al lugar es que la construcción del faro impide llegar hasta el extremo del cabo.
Dejando a un lado la guía me he encaminado hacia lugares recomendados por amigos. El destino era la playa de Carrapateira. Primero he ido a un mirador que no me convencía, pues no tenía la orientación que me interesaba (al sur, cuando la playa estaba al norte). Así que he bajado hasta un aparcamiento junto a la playa. Desde el aparcamiento salía una pasarela que iba paralela a una laguna, y más allá la playa. No sé si había algún otro acceso, pero al ir he cruzado en un punto donde el ancho de la laguna era escaso y la vegetación formaba puntos donde pisar. Y al volver por un caminito en la ladera del monte, yendo a la aventura. Había pisadas, por lo que suponía que llegaría sin dar demasiada vuelta.
Desde el mirador, la playa queda tras esas rocas
Laguna, y al fondo la playa
Vegetación en la arena
Una gran duna que había que atravesar
Y finalmente la playa
Un poco más al sur estaba el último punto del día. En el GPS aparecía como un punto de interés Pedra do Cavaleiro, y he ido a ver qué era. Consistía en una playa más, donde en un extremo se encontraba una gran piedra, más bien una pequeña montaña, que supongo que es la que le daba nombre. También había varios conjuntos de rocas ya en el agua, haciendo la playa interesante. Por la orientación de estas rocas he visto que podía aprovechar y hacer fotos de la puesta de sol. He estado esperando casi 3/4 de hora mirando como las olas rompían, y cuando el sol estaba a punto de llegar al horizonte una nube me lo ha fastidiado. Al menos he podido hacer algunas fotos de la casi puesta de sol.
La luz del atardecer en la playa
Roca en medio de la playa
Conjunto de rocas en el agua
Supongo que esta es la Pedra do Cavaleiro
El sol bajando, y la roca del nombre
No he tenido el cielo rojo, pero sí dorado
Una ola rompiendo con el sol casi en el horizonte
Al acabar estaba saliendo la luna llena, y no me he podido resistir
1 comentario:
¡Jo!, que envidia de paisajes y tranquilidad. Buenas fotos.
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