lunes, 16 de mayo de 2011

Próximo destino: Nueva York



Tal vez sea un poco pronto para ir anunciándolo, me faltan prácticamente 4 meses para realizar este viaje. Pero como suelo preparar las vacaciones con antelación para no arriesgarme a que suban mucho los precios, o encontrar que no hay sitio, luego la espera es muy larga.

La primera opción de viaje no iba a ser esta, era Japón. Ya me había decidido y comprado el billete, pero la mala suerte provocó que horas después de la compra hubiese un terremoto de 9 grados, armándose la que se armó. Si solo hubiese sido el terremoto no me habría preocupado, pero los escapes de radiactividad de la central nuclear de Fukushima desanimaba a viajar allí por ahora. Así que dentro de lo malo, ocurrió que la compañía aérea (en mi caso iba a ser Swiss) hiciese un cambio de avión de mi reserva, y ese es un motivo para poder cancelar yo el billete sin coste alguno. Así que tras una llamada (no tuve ni que insistir, ellos mismos me dieron la opción), y esperar unos pocos días, tenía el dinero de vuelta, esperando otro destino.

Así que si a alguien le interesa visitar Nueva York en septiembre, por allí iré, por el momento conmigo mismo. También se aceptan sugerencias.

jueves, 5 de mayo de 2011

Serra de Lousã

La última etapa de la escapada portuguesa fue en la sierra de Lousã, una zona de montaña al sudeste de Coimbra. En una guía de Portugal que tengo la mencionaban, haciendo referencia a aldeas con casas de pizarra y las vistas de las montañas. Pintaba bien, pero no era información suficiente sobre qué ver.

La primera parada fue en el pueblo de Lousã, y me hice ilusión al ver un indicador de oficina de información turística. Pero no lo volví a ver, ni encontré el lugar. Me habría gustado un poco de orientación, de lugares a ver o como acceder. Sí que encontré alguna indicación de una ruta de senderismo, pero no estaba yo muy animado para andar mucho ese día, prefería que fuese el coche el que me llevase. Así que me aventuré a la carretera, a ver lo que me encontraba.


Iglesia de Lousã

Los indicadores me llevaron primero al castillo. Más bien es una torre fortificada, bastante espectacular vista desde abajo, pero cerrada cuando llegué. Me imagino que las vistas debían ser interesantes, pues para haber construído ahí el castillo deberían vigilar la zona. Desde abajo no se apreciaba mucho, al ser una zona muy arbolada. Desde allí salían diferentes caminos, pero no quise arriesgarme mucho con el coche, y decidí volver atrás y tomar la carretera nuevamente.


Esto es todo lo que pude ver del interior del castillo


Exterior del castillo. Aunque no lo parezca, la altura de la edificación es importante

A partir de ese momento me puse en la carretera N-236 con la idea de parar si veía algo interesante. Aunque no me puedo quejar de lo que encontraba, dejar la carretera a veces suponía un riesgo. Más que nada porque las indicaciones te decían de un lugar, pero no que para llegar a él había que aventurarse por pistas de tierra en mal estado, y poco recomendables para un coche normalito. Eso fue lo que pensé cuando llegué a la ermita de São Lorenço (si no me equivoco de nombre, que ahora no tengo la certeza de que fuese este).


Una ermita en medio del bosque

Mi siguiente parada fue en la misma carretera, en una pequeña zona de descanso con mesas y un riachuelo, al abrigo de los árboles. Era un rinconcito pequeño pero bonito.


Una vista de la carretera


Zona de descanso junto a la carretera. Con el poco tráfico que había, era muy tranquila


Árboles y musgo por todas partes

También paré en la que creo que era una de las aldeas de la sierra. Tomé un desvío de la carretera, y pocos metros más adelante se acababa la pista frente a unas casas. No me atreví a entrar, pues parecía más un grupo de casas privadas que una aldea. Y también porque había en la entrada una persona descansando con lectura, y no tenía ganas de entrar por las buenas con la cámara o dar explicaciones. Así que volviendo atrás había un cruce desde donde había buenas vistas de la sierra con las casas al pie.


Aldea de la sierra de Lousã

También había leído que el punto más alto era el pico Trevim, a 1205 metros, y con vistas de toda la zona. Está indicado, y si no me equivoco de lugar es accesible en coche, al haber un conjunto de antenas en la cima, y un parque eólico en los alrededores. Había alguna indicación más de otro lugar, pero ya carecía de interés. Luego intenté seguir las indicaciones del GPS, por si podía volver a la carretera por otro lugar. Mala opción, el GPS tiene dibujados los caminos, pero no te dice el estado. Después de recorrer uno o dos kilómetros opté por dar la vuelta y recuperar lo andado. Y desde ahí continuar por la carretera hasta encontrar otras que me llevasen a casa.




Un par de vistas de la sierra de Lousã. Mi estancia fue muy breve debido a que se acumulaban nubes en la cima, la temperatura bajaba y corría un viento frío


Parque eólico en la sierra

miércoles, 4 de mayo de 2011

Conimbriga

Al sur de la ciudad portuguesa de Coimbra se encuentran las ruinas romanas de Conimbriga, un yacimiento importante donde se puede visitar los restos de una antigua ciudad que tuvo su época de esplendor, pero cayó en el olvido a partir de la edad media.

Ya que el fin de semana portugués era en una zona al norte de Coimbra, este era un buen destino a visitar en el camino de vuelta a casa. Según informaciones que encontré me esperaba la visita únicamente a las ruinas, pues el museo debía estar cerrado en lunes. Pero al preguntar en taquilla me dijeron que desde hace poco ya lo tienen abierto también al comenzar la semana. Esto parece que es tan reciente que ni siquiera han cambiado los paneles informativos a la entrada del museo. El precio de la entrada es de 4€.

En la visita se puede ver la estructura de diferentes edificaciones de la ciudad, y en los paneles comentan como algunas de esas casas fueron derribadas, al menos parcialmente, para la construcción de una muralla, que es lo que mejor se conserva en pie. Otra cosa que se observa es la gran cantidad de termas que había, tanto en una casa particular como varias públicas. La extensión del recinto es grande, hay momentos en los que no sabes por donde moverte para ver algo que no hayas visto aún. Pero la pega que le encontré es que la primavera ha actuado, y está todo tan lleno de hierbas que muchas veces impiden ver las piedras de las ruinas, sin poder hacerse una idea de todo lo que hay ahí. Supongo que estarán arreglándolo, mientras paseaba había un hombre limpiando una parte, pero aún quedaba mucho por hacer.

Acabé la visita en el museo, donde tienen gran cantidad de piezas encontradas en la zona, y ordenadas por el uso. La pega es que en Mérida tenemos un museo de arte romano importante, y cualquier cosa que veía por allí tenía la sensación de conocerla de antemano. Pero me pasó algo parecido cuando visité la sección greco-romana del British Museum.


Restos de un mosaico y un patio


Construcciones que quedaron fuera de la muralla


Los restos de unas termas privadas


Lugar donde estuvo el Foro


Otras construcciones, esta vez dentro de las murallas


Resto de muralla, donde además se ve un arco de la conducción de agua a la ciudad


La "casa dos repuchos" es la zona mejor conservada y protegida

domingo, 1 de mayo de 2011

Mata do Buçaco y Luso

Hoy tocaba el plato fuerte de este viaje, visitar la Mata do Buçaco. La parte de historia se puede consultar en el enlace adjunto, yo me voy a centrar en la descripción del lugar, que se me da algo mejor.

La Mata es un bosque cerrado, con especies de árboles de todo el mundo. Para verlo bien hay que hacerse a la idea de que se va a andar mucho, y en cuesta. Y si además ha llovido recientemente (como era mi caso), mejor ir preparado con unas botas de montaña que no patinen, pues muchos caminos son de piedras, y mojadas son una auténtica pista de patinaje.

Así que una vez hecha la idea de caminar lo mejor es dejar el coche en el pueblo de Luso, que está a pocos metros de alguna de las entradas. Lo digo porque los peatones y ciclistas tienen entrada gratuita, mientras que los coches cuestan 5€. Si solo se quiere ver la parte central y caminar poco, entonces es una opción.

Yo llevaba de referencia un plano que me dieron en la oficina de turismo de Curia. Al principio me gustó, pero a medida que lo necesitaba me fue defraudando. Para empezar, ¿por qué está orientado al sur? Lo puedo entender si se quiere dar más protagonismo a la Mata do Buçaco que a Luso, pero ya crea confusión si se compara con otro mapa. Y luego, dentro del bosque hay muchísimos más caminos de los que el mapa tiene dibujados. Eso por un lado, porque por el otro, dentro del recinto tan solo vienen señalizados algunos lugares importantes, y muchos de los puntos de interés del mapa no venían indicados, ni siquiera al llegar, por lo que supongo que he visto algunos.

Pero quejas a un lado, lo mejor es perderse por los caminos y disfrutar de la tranquilidad que allí dentro se respira. Vale que el día no acompañaba, y había poca gente, pero supongo que por la parte boscosa siempre será fácil encontrar rincones vacíos.


La escalera de la Fuente Fría. Tal vez el lugar más emblemático del bosque


La puerta de Coimbra. Es la más bonita que he visto, aunque de difícil acceso para ir a ningún sitio


Cedro de Buçaco, de 1644


El musgo crece casi por cualquier rincón


Uno de los caminos de piedra


El recinto está lleno de árboles altísimos


Otro camino


Una estación del via crucis


En el centro del bosque se encuentra el Palacio de Buçaco, actualmente reconvertido en hotel. Hasta que no llegué ni lo había intuído, y eso que tiene una torre realmente alta. El estilo es algo recargado, pero para mi gusto no llega a ser molesto. Junto al palacio está también el convento de los Carmelitas, un edificio mucho más modesto y que se puede visitar por 2€.


Palacio de Buçaco


Un lugar idóneo para tomar algo


Una figura decorativa


Los jardines adyacentes al palacio


Entrada al convento


Interior de la iglesia


La vuelta al pueblo fue un poco rápida, teniendo en mente que iba a bajar por el Vale dos Fetos (Valle de los Helechos). Ahora bien, yo tenía entendido que los helechos eran arbustos, pero me ha sorprendido verlos en árbol. El tronco era parecido al de unas palmeras pequeñas, pero las hojas eran sin duda de helechos.




Dos vistas del Vale dos Fetos


El lago que cierra el camino de helechos


Una vez de vuelta al pueblo me ha caído una tromba bestial, cuando estaba buscando un restaurante en el que comer. El primero que me ha convencido ha sido el elegido, comiéndome un arroz con pato buenísimo, pero que eso iba bien para dos personas, no para uno solo. Así que al acabar casi no me podía mover, el tiempo se había calmado nuevamente, pero podía volver a llover en cualquier momento. Así que paraguas en mano, di una vueltecita por Luso. También ahí hay unas termas, en pleno centro, además de varios edificios que no están mal, pero después de haber visitado el bosque se quedan pequeños.


Entrada al antiguo casino, situado sobre las termas de Luso


Jardines del pueblo


Hacer una selección de fotos hoy no era fácil, por lo que quien quiera ver la galería completa, la tiene aquí.
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