El día lo he comenzado visitando el barrio de Boca, uno de los lugares más emblemáticos de Buenos Aires. Tomando el colectivo 152 (empiezo a adoptar el vocabulario argentino), la línea acaba en pleno barrio, en la zona del puerto. En términos generales, Boca es un barrio degradado, olvidado, pero tiene 3 lugares que vale la pena ver. Fuera de esos sitios no me han recomendado moverme.
El primero de ellos es un puente de hierro colgante. El final de la línea 152 es justo junto al puente, que es bastante fotogénico. Aunque a primera hora de la mañana tiene el sol en mal sitio, pero algo se puede hacer.
Subiendo un poco se encuentra el rincón más famoso del lugar: Caminito. Realmente Caminito es una calle de unos 100 metros, y donde están algunas famosas fachadas de chapa ondulada pintada de diferentes colores. Pero la calle de al lado llama mucho más la atención, están las entradas de bares dedicados al tango, y la entrada a algunos callejones representativos de lo que fue una época canalla. Está explotado el ambiente de fiesta y mala vida que se llevaba allí. Colores llamativos y restos de lo que fue.
Acercándome a Caminito
Fotógrafos profesionales haciendo un reportaje tanguero
Y el tercer rincón es para los futboleros, pues a pocos metros se encuentra "La Bombonera", el campo de fútbol del Boca Juniors. Es fácil encontrar figuras y murales de los jugadores. El estadio está bordeado de calles pequeñas, por lo que no es fácil encontrar un ángulo fotogénico, donde se vean los colores amarillos y azul característicos.
Para los amantes de la fotografía a lugares abandonados, en este barrio se puede disfrutar. Aunque no veo muy adecuado ir solo con la cámara en la mano, si se puede, mejor acompañado. Yo lo que hacía era llevar la cámara guardada, y sacarla solo en el momento clave.
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