El cuarto día del festival ha sido el lunes, lo que supone que ha sido en lunes, y se han iniciado las proyecciones escolares. De aquí tiene que salir la próxima generación de cinéfilos que hagan que el cine de calidad siga llegando a Mérida. Para los más pequeños se puso "El espíritu del bosque", película española de animación con mensaje ecologista. Argumentalmente la encontré bastante floja, pero lo más interesante era ver cómo se lo pasaron los niños, que se lo pasaron bien, riendo con las gracias, y aplaudiendo cuando al final ganan los buenos.
Para estudiantes algo mayores se puso "Los chicos del coro", que ya la vi en alguna ocasión que la dieron por la tele. Está muy bien, pero el cuerpo me dijo que me fuese para casa y prepararme para la sesión de la noche. Fue un pase con poca gente.
Y llegando a la sección oficial (pues el ciclo de cine comprometido solo era durante 3 días) la película era "Cerezos en flor" de Doris Dörrie. David nos comentó que mejor verla sin saber nada, y eso intentaré, no contar nada de su argumento. Tan solo comentar mis impresiones. A medida que avanzaba el metraje ganaba la película, al comienzo no le vi la gracia, tardé en entrar. Pero poco a poco se hacía más interesante, cuando los diálogos se reducían, y mostraba Japón al estilo de "Lost in Translation" (es inevitable la comparación, encontrarse en Japón sin conocer nada del idioma, vaguear solo por las calles de Tokio...). Y lo que digo, va transmitiendo mejores sensaciones. Creo que si la hubiese cogido mejor desde el principio la habría apreciado más.
Hoy es día extremeño, cortos primero, y "Un novio para Yasmina" después. Mientras, en el momento que escribo, los niños están viendo "Escuela de rock", pero eso ya lo comentaré mañana.
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