Y con este día se acabaron las proyecciones. Esta frase vale poco como introducción, y da la sensación de hartazgo, pero no es cierto, en parte. Por un lado, combinar trabajo y cine durante una semana ha sido agotador, son muchas horas, y muchas cosas que hacer (y eso que yo no he hecho más que una mínima parte comparado con los grandes organizadores, Ángel Briz y David Garrido, con la preparación de los pases escolares de Jesús Vadillo, y con la demás gente, Sofía, Javier, Fernando, Mateo (y lo siento si me dejo a alguien) que ha ido haciendo cosillas por ahí). He contado que durante estos días he visto 13 largometrajes y cuatro cortos, en un sitio que no es precisamente el reino de la comodidad. Pero hay que ver el lado positivo: es la única oportunidad de ver este tipo de cine en Mérida, y durante una semana, lo hemos disfrutado.
Ayer tuvimos dos películas. La primera fue "4.000 euros", de Richard Jordan, un director inglés afincado en España desde hace algunos años. Y precisamente, estuvo aquí para presentar la película. Este festival se podría decir que tenía como nexo de unión entre las diferentes películas la familia, varias de las películas la han tratado de diferente manera, y este ha sido uno de los casos. ¿Qué harías si tu hermanastro, a quien hace tiempo que no ves y no sabes de él, se te presenta con la cara cortada y pidiéndote 4000€ o lo matan? Este es el punto de partida que se le presenta a Marta Larralde, quien soporta todo el peso del metraje de una película que casi se podría englobar dentro del que fue movimiento Dogma, al menos en apariencia. La chica quiere ayudar a su hermano, busca donde puede, pero no lo tiene fácil: un padrastro a quien no querría volver a ver, un tío que no es capaz de soltar ni un duro... Y un hermano a quien tendría que darle un par de guantazos a ver si espabila, pero quiere ayudarlo a toda costa, es su hermano.
La charla con el director fue breve, no hubo tiempo para mucho. Por lo que me contó, interpreté que aunque es una situación completamente ficticia, él también tiene un hermanastro al que hace muchísimo que no ve, pero que haría lo que fuese por él, al igual que la protagonista. Nos costó un poco entendernos, pues aunque Richard lleve varios años en España, la diferencia de idiomas nos dificultaba la conversación: a veces le costaba expresar lo que quería, otras veces no acababa de entender lo que nosotros le queríamos decir. Y también que cada persona tenía una lectura diferente de la película, que seguramente no eran iguales que la idea original del director. Aun así, una película sencilla e interesante.
La guinda final del festival fue "Still walking" de Hirokazu Kore-eda. Otra vez volvemos a la familia, a una reunión familiar durante una cena, como en "Animales de compañía", pero esta vez no se tiran los trastos a la cabeza. Al acabar estuve hablando un momento con David Garrido, y me mostró algunos aspectos que me habían pasado desapercibidos, pero otros sí que los había apreciado. La familia no se lleva muy mal, se soportan, pero hay varios rencores guardados que se muestran sutilmente. La madre se lo guarda todo, el padre está frustrado porque no quiere envejecer, quiere seguir siendo el médico que fue, y otros problemas familiares. Pero si nos paramos a pensar, son cosas que suceden en todas las familias.
Esta noche toca la gala de clausura, y se acabará el festival. Sabremos también las películas que ganen el premio del público y del jurado joven. Por mi parte, la que más me ha gustado ha sido "La clase", pero creo que hay gente que salió con una apreciación completamente opuesta a la mía. Mis apuestas irían a por "Cerezos en flor". Y del jurado joven, que en estos momentos estarán reunidos deliberando sobre el tema, apostaría por "Animales de compañía". Es una comedia de calidad, y creo que fácilmente valorable por estudiantes de instituto. Mañana ya comentaré todo esto en más profundidad.
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