Esta mañana me he vuelto a levantar temprano, así que he podido salir pronto de paseo. Y ha valido la pena. He empezado directamente por el Empire State Building. El edificio abre a las 8, y a los alrededores de esa hora no hay prácticamente nadie y se accede muy rápido. A partir de las 10 ya hay más aglomeraciones y colas.
Del edificio no voy a contar mucho, pues creo que es realmente conocido. Allí escaló King Kong, la película que más famoso lo ha hecho. El mirador principal está en la planta 86, aunque hay otro en el piso 102 para el que hay que pagar algo más. Las vistas son espectaculares, pudiendo rodearse completamente el edificio, por lo que no hay ángulo que se pase. Hay una reja de protección, pero con los huecos grandes para poder ver bien y poder sacar la cámara. Además, casi se puede ver en vertical la calle, lo que impresiona bastante.
Una cosa a tener en cuenta es que subimos unos 300 metros y no hay nada que pare el viento. Hoy venía un viento frío del norte, y cuando daba directo hacía falta abrigarse.
El Empire State Building visto desde casi su base
Decoración a la entrada
Vistas al sur
El edificio Chrysler, estaba en una mala posición respecto al sol
Mirando hacia abajo
La alargada sombra del edificio
Al bajar me he dirigido por la Quinta Avenida hacia el norte, y a las pocas manzanas tenía el edificio de la Biblioteca Pública de Nueva York. Es una atracción turística, está llena de gente haciendo fotos (y yo no era una excepción), además de ser una biblioteca, claro. Tenían una exposición mostrando parte de su archivo, con motivo de los 100 años. Aunque parecía un poco heterogénea, varios artículos expuestos eran importantes, como una biblia de Guttemberg, una carta de Cristobal Colón, un borrador de la declaración de la independencia, algunos grabados de Goya... Además, hay varias películas conocidas que han rodado alguna parte allí, como los Cazafantasmas o Spiderman.
La entrada de la biblioteca
Uno de los pasillos
Vistas del exterior desde el primer piso
Sala de lectura. Ninguna foto está hecha en algún lugar que no lo permitiesen
Detrás de la biblioteca está Bryant Park, un oasis de tranquilidad y belleza en medio del bullicio y enormidad de los rascacielos. El parque tiene cantidad de sillas y mesas para que cualquiera se vaya a comer allí lo que lleve.
Me he acercado un momento a Times Square, que no está muy lejos de estos sitios, pero no me ha aportado nada. Para acabar el día he vuelto a pasar, esta vez de noche, y era otro mundo. Pero lo dejo para el final. Otro lugar conocido ha sido Rockefeller Center, y su mirador, Top of the Rocks. Pero como he pasado en dos momentos, también lo dejo para más adelante.
Así que de regreso a la Quinta Avenida he pasado por la Catedral de Saint Patrick, tiendas como Tiffany's (en cuyo escaparate se paraba Audry Hepburn para desayunar en Desayuno con diamantes) o FAO Schwarz, una juguetería enorme, a la que Tom Hanks iba en Big para tocar un piano con los pies (piano que tienen allí).
Fachada de la Catedral de Saint Patrick. Un andamio me impedía sacarla completa
Interior de la iglesia
The Peninsula Hotel, con otro elemento típico de Nueva York: el vapor saliendo de las alcantarillas. En este caso, saliendo de una chimenea que había puesta sobre una alcantarilla
Tiffany's
Interior de la juguetería FAO Schwarz
El piano de Big está disponible para quien quiera tocarlo
Estoy comprobando que he tenido un día intenso, y tal vez haya quien ya esté cansado de leer. Y aún me queda un rato. Para hacer un poco de tiempo antes de subir al Top of the Rocks, me he acercado a la zona del Flatiron, para poder ver lo que ayer dejé a medias. El edificio sorprende por su forma de cuña. Al salir del metro sabía que estaba en los alrededores, pero no lo veía. Hasta que subo la vista y veo que estaba junto a él (algo parecido me pasó la primera vez que vi el Big Ben). Luego seguí hacia el sur por Broadway para llegar a Union Square, donde había un mercado callejero.
El edificio Flatiron, desde el cruce de la Quinta Avenida con Broadway
Así se ve el Flatiron desde el Empire State Building
Ahora sí, ya voy al Rockefeller Center, un complejo de edificios llenos de tiendas y oficinas, donde cada navidad se monta una pista de hielo y tiene lugar el famoso encendido de luces de un árbol. Una de las tiendas me ha encantado: Lego. Sí, el famoso juego de construcción tiene un local allí, y no me he resistido a entrar. Tienen montadas varias figuras enormes, para las que han debido utilizar miles y miles de piezas. Allí se puede encontrar casi cualquier caja de Lego que haya, además de un surtido de piezas como si fuera un mercado: ponme tanto de esto.
Entrada a la tienda Lego
Reproducción del Rockefeller Center y un dragón, ambos montados con piezas de Lego, como no
Surtidor de volantes
Volviendo al complejo de edificios, he querido subir a última hora de la tarde al mirador para ver la ciudad durante el día, además de coger la puesta de sol. La puesta no ha sido posible, pues se me ha nublado la tarde, pero ya que estaba allí me he esperado a que se hiciese de noche. Y ha valido la pena esperar. El mirador está repartido en 3 balcones, desde la planta 67 a la 70, siendo la 70 la azotea del edificio, no hay más. En los dos balcones más bajos la protección es con cristales, que aunque hay quien los prefiere porque no tiene verjas por medio, para hacer fotos es peor. Aunque entre los paneles quedaba espacio suficiente para el objetivo de la cámara. El ascensor te sube en poco más de 40 segundos, por lo que se nota en los oídos la diferencia de presión. Y si uno se fija en el contador, no hay planta 13.
Edificio del Rockefeller Center donde se encuentra el Top of the Rocks
La enormidad de Central Park
Nueva York iluminado, con el Empire State Building como protagonista
Otra vista de rascacielos
Volviendo al nivel de la calle, el Radio City Music Hall también forma parte del Rockefeller Center
Para acabar, he ido nuevamente a Times Square, y ahí sí que he tenido la sensación de que esta es la ciudad que nunca duerme. Vale que solo eran las 8 y pico, pero al ser de noche tenía la sensación de que era más tarde. Y el bullicio era enorme.
Hay mucho que me he dejado en el tintero, tanto de fotos como de texto (mañana me acordaré de lo que quería haber contado y me olvidé). Así que aquí está el enlace a las fotos del día, y los textos ya veremos.
3 comentarios:
Multumim pentru reportajul foarte generos si plin de imagini frumoase! Foarte reusit!
Uno no se cansa de ver fotos neoyorkinas y de acordarse de un montón de películas, tanto en las fotos diurnas como en las nocturnas. Lo que cuentas del Empire State y sus miradores me recuerda un montón a la torre Eiffel, que si quieres subir arriba del todo tienes que pagar más... y lo mal que lo pasas con el viento. Y cuando contabas lo del edificio Flatiron me ha venido a la cabeza la vez que estuvimos en Londres en el Big Ben, que salimos del metro y yo te empecé a preguntar dónde estaba el relojito.
Marius, thank you very much for your comments. New York is a city with so many things to see, that it's impossible to get bored. And the camera works a lot. It's difficult to select the pictures to show. And I'll still stay 6 days and a half, so enjoy the blog.
Raul, lo del Flatiron y el Big Ben ya lo ponía por ahí, pues fue lo mismo, y me recordó la misma situación. Y es cierto, en todas las azoteas hay que ir con cuidado con el viento, que pega y bien. A ti te veo dentro de una semana, y ya podré contarte con más detalle.
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