La costa vicentina de Portugal está bastante virgen, hay poco edificado, y también pocos pueblos en el mar, y seguramente todos los que llegan hasta la costa tengan un origen pesquero. Uno en el que paramos fue Zambujeira de Mar, un pueblo pequeño en lo alto de los acantilados, con varias playas. La principal está en una cala en el mismo pueblo. Y aunque había bastante gente (cosa que no lo parece en las fotos), en esa época del año no le quita encanto.
Una rápida parada vale la pena.
Casas del pueblo. El color naranja no es muy frecuente
El agua que llegaba hasta mis pies
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