Estaba dudando si visitarlo hoy mismo o dejarlo para mañana, pero ya que la mañana estaba muy clara, y como el tiempo por estos lugares cambia con tanta rapidez, me he dicho que mejor no lo aplazaba, y allí me he encaminado. El parque está a unas 3 millas al oeste del centro, lo que es un buen paseo. Hay autobuses, pero si puedo llegar caminando no suelo usar mucho el transporte público (mañana me desplazo a Londres, y allí sí que no va a haber más remedio que usar el transporte).
Los parques británicos suelen ser preciosos, con todo lo que llueve ya pueden estar bien verdes. Y este además es de los que más me han gustado. Es casi salir al campo, pero rodeado por un muro que separa de algunas calles llenas de tráfico. Pero perfectamente se pueden encontrar ciervos paseando a pocos metros.
Hoy estaba completamente distinto a como lo había visto. La última vez había la típica lluvia británica, dándole un aspecto otoñal. Pero hoy estaba todo blanco. La semana pasada hubo un temporal de nieve por esta zona, y con el frío que está haciendo la nieve sigue ahí. No en las calzadas, donde el paso constante de coches la ha eliminado. Pero hay aceras todavía heladas, y también en el parque hay muchísimos lugares con hielo, lo que ha provocado que dos veces acabase en el suelo.
Llevo mucho texto, así que mejor paso al apartado fotográfico.
Ciervos pastando tranquilamente a pocos metros del camino
Incluso dentro del parque se pueden ver las típicas cabinas telefónicas
Wollaton Hall
En pocos minutos pasé de un cielo despejado a esto
El lago helado casi en su totalidad
En el centro del parque se encuentra Wollaton Hall, la que debió ser una casa señorial, y el parque su jardín. Actualmente la casa alberga un museo natural bastante interesante, además de poder visitarse las distintas estancias. Fuera, en otro edificio hay un museo industrial, pero ese no lo he visitado. Ambos son de entrada gratuita.
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