El inicio ha sido volver al Vall de Boí, a ver las iglesias que dejé pendientes. La primera ha sido en Barruera, un pueblecito en la carretera principal del valle. Camino al río estaba la iglesia. Viene siendo habitual el tipo, un pequeño edificio románico. Esta tenía un interior muy sencillo.
El siguiente pueblo a visitar ha sido Durro. Éste se encuentra en la ladera de la montaña, por lo que gana en espectacularidad.
Iglesia de Durro
Escaleras que hay que subir para llegar al campanario
Parte trasera de la iglesia con el cementerio
Calle de Durro
A las afueras del pueblo había otra iglesia. La verdad es que he ido un poco a la aventura, sin saber exactamente donde estaba. Tan solo seguía las indicaciones. Después de un rato por un camino asfaltado, pero cruzando los dedos para no cruzarme con nadie, la he encontrado. Y ha valido la pena. Es muy pequeñita, no se puede ver por dentro, pero está en un entorno increible.
Sant Quirc de Durro y su entorno
Otro punto de vista
Barruera desde Sant Quirc de Durro
Unas vistas de la Vall de Boí
La siguiente etapa era Candet. Ha sido una parada muy breve, para visitar la iglesia. Lo más curioso de esta es que está construida en una ladera, de forma que aprovecharon el hueco bajo para hacer una cripta.
La última iglesia del valle es la de Cóll. No se podía acceder a ella, estaba cerrada. Pero al menos se le podía dar una vuelta por el exterior.
Iglesia de Cóll
Entrada a la iglesia
Aunque pueda parecer un anuncio de un coche, en realidad es el mío
Ya fuera del valle he hecho una parada en Vilaller, donde he visitado la iglesia y he dado una vuelta rápida por el pueblo. Me he acercado al río, donde hay un puente románico partido, que un lugareño me ha contado que una riada en 1963 casi arrasa la zona, y se llevó la mitad del puente. Luego hay otro que construyeron posteriormente, para poder salvar el río.
Iglesia de Vilaller. El edificio rojo está en la foto a propósito, me gustaba ese punto de color
Restos del puente románico
Parte del puente moderno
Posteriormente he cambiado radicalmente el tipo de visita. He ido a un punto llamado "Els ulls del jueu" (tengo que mirar el nombre en aranés), por una pista desde Es Bordes. El lugar valía la pena, es espectacular. Consiste en una serie de cascadas con agua que anteriormente se filtra del Aneto. Ahí he ido con el trípode y he hecho pruebas a lenta exposición, a exposición normal, de los bosques del alrededor...
Unos pocos metros más arriba, a unos dos minutos en coche, se acaba la pista en el refugio de l'Artiga de Lin. Desde ahí se encuentra uno rodeado de enormes montañas (puede que uno de los picos sea el Aneto, pero no lo puedo asegurar). Este punto es alucinante, pero casi imposible de plasmar en fotos la grandiosidad de lo que me rodeaba.
Al volver hice una pequeña parada en esta ermita.
Para acabar el día he dado una vueltecita por Vielha. No me he encontrado con mucho que ver, pero tengo alguna foto que otra.
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