En este segundo día accedimos por otro lugar diferente, no por Angkor Wat, y llegamos seguramente a los más lejanos. Pero en el camino vimos una especie de procesión de camino a una pagoda. Como ocupaban la carretera y tuvimos que parar fue un buen momento para salir del autobús y tomar alguna foto. La gente estaba animada, y nos permitían entrar entre ellos.
Después de eso visitamos varios pequeños templos bajo un calor abrasador, sudando constantemente. Pero la belleza en más de una ocasión nos hacía olvidar el bochorno. No serán los más famosos, pero eso no les quita espectacularidad, encanto. Los dos días por Angkor han sido inolvidables.
Banteay Samre: templo del agricultor o campesino
El guía nos dio la traducción del templo, pero por muy bueno que sea su castellano no es perfecto, por lo que a lo mejor no es su nombre exacto. La forma de las torres y los elementos de los grabados aparecen en otros templos. Después de haber visto varios (y pasado un día desde esta visita) puedo confundir los lugares. Tuvo un foso en su origen, con el que se regaba, permitiendo que hubiese hasta cuatro cosechas al año, siendo un lugar rico. Actualmente no queda agua, ya que su estancamiento estaba empezando a dañar la estructura.
Banteay Srey: templo de las mujeres
El nombre viene de que las figuras son femeninas, no estoy seguro de si eran sacerdotisas las que lo llevaban. Se diferencia de otros en el color de la piedra, que aquí es más rojizo. Pero su estructura es como los otros: rectangular, y con puertas y entradas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.
Pre Rup
Este templo lo vimos después de comer. En su parte baja no vimos gran cosa, pues directamente nos encaminamos hacia la escalera que da a una terraza, y así poder ver las torres de más cerca y disfrutar de las vistas desde otra perspectiva.
Es frecuente encontrar balsas de agua frente a los templos y verlos reflejados
Ta Som
A su entrada parece un templo más, empieza a no destacar entre los otros. Pero a medida que se van cruzando puertas se encuentran algunos árboles creciendo en los muros, hay que llegar hasta el último rincón para disfrutar de la mejor vista.
Por su orientación, se puede apreciar mejor por la mañana
Neak Poan
Este templo sí que es bastante diferente a los demás. Ya para comenzar hay una pasarela que cruza un embalse, y se empieza a apreciar una construcción lejana, saliendo entre las ramas. Y cuando nos acercamos vemos una pequeña construcción en forma de isla, toda rodeada de agua. No hay muchos lugares por donde pasear, pero solo desde un punto ya me quedé fascinado.
Pasarela de acceso al templo
El último templo que vimos estaba casi en ruinas, muchas piedras caídas y estructuras en pie. Es enorme, fuimos cruzando una puerta tras otra casi como en un laberinto, para salir por la puerta norte, por un puente con figuras sujetando el cuerpo de una serpiente. En ese momento vimos que el sol estaba a punto de ponerse, tenía un color anaranjado, pero lástima que el cielo no quedó de ese mismo color.
El puente que lleva al templo
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