Una de las imágenes que yo tenía de los templos de Angkor era la de los árboles creciendo en los templos, formando parte del recinto. Y eso sucede en este templo. El tiempo de olvido y supongo que el crecimiento de los árboles ha causado el derrumbe de muchos edificios. Hay muchas piedras caídas por todas partes. Pero también se ha reconstruido mucho. A la entrada hay unos paneles con fotos del antes y el después.
A la salida llegó un momento de agotamiento. Los vendedores ambulantes están esperando a cualquier turista que salga de allí para comenzar a rodearlo y ofrecerle cualquier cosa. Por lo general eran niños y no había manera de que cediesen, fue una situación agobiante.
De nuevo aquí me he sentido extasiado, encantado, disfrutando de cada rincón, a ver qué árbol superaba lo anteriormente visto. Una luz un poco puñetera y una falta de angular en la cámara (muchas veces no había espacio para retroceder y captar en una sola imagen todo lo que veían mis ojos) tal vez no hagan las mejores fotos. Pero esto es lo que capté.
Entrada a Ta Prohm
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