Sobre Vietnam se ha oído mucho, la guerra contra Estados Unidos le ha dado fama mundial, y se conoce bastante de la recuperación económica que han tenido en los últimos años. De Camboya no conocía tanto, sabía algo de los jemeres rojos y los campos de la muerte (gracias en parte a la película "Los gritos del silencio"). Pero por lo que nos explicó el guía, no se sabe mucho del control que tiene Vietnam sobre Camboya en la actualidad. Tengo que hacer por buscar más información del tema.
En la ciudad de Siem Reap no se aprecia que haya pobreza, no lo recuerdo. Sí que sigue habiendo un acoso constante al turista, ya sea los vendedores que salen a ofrecerte sus productos, o peor aún es con los conductores de tuk tuk (carro enganchado a una moto, es el taxi local).
Pero saliendo de las dos avenidas con hoteles o el centro, la cosa cambia. En autobús nos adentramos por alguna calle en estado lamentable, y muchas de las casas a la vista eran chabolas. En el lago, al ser un lugar turístico, los locales salen a pedir con frecuencia, ofrecen cualquier cosa a cambio de un dólar, algo que saben que para los extranjeros no supone nada, pero se ha convertido en el medio de vida. Sobre todo mandar a los niños y que pongan cara de lástima, o que jueguen con serpientes y te pidan dinero tras hacerles fotos. Es cierto, hay pobreza, pero la mendicidad parece que se ha convertido en subsistencia, y aprovechando a los niños en lugar de darles una escolarización.
El poblado del lago está habitado por pescadores vietnamitas, a parte de la información proporcionada, el idioma de los carteles de la escuela lo confirmaban. Y si los recursos los aprovecha el país vecino, no ayuda mucho al desarrollo local. Así que el poblado tiene cierto encanto, si consigues ignorar algunas de las escenas que suceden.
Barcas preparadas para los paseos a los turistas
La gente de esta barca llegaba hasta el barco turístico para pedir
Pieles de cocodrilo en una granja
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